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Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería: Hablamos con Delia Rodríguez de Llera, directora de innovación de CT

Celia Rodríguez de LLera, directora de Innovación en CT Ingenieros.
Celia Rodríguez de LLera, directora de Innovación en CT Ingenieros.

El 23 de junio es el día mundial de la Mujer en la Ingeniería, para celebrarlo, hablamos con la directora de Innovación de la empresa española, donde nos explica porqué eligió la opción de hacerse ingeniera.

P.- Cuéntanos qué cargo ocupas en CT y cuál es tu misión en la compañía.

R.- Como directora de innovación de un grupo multinacional de ingeniería como CT, que cuenta con más de 1.800 ingenieros en 9 países, mi principal reto es conseguir que el aporte extra de valor que proporciona la innovación esté presente de manera sistemática en todos nuestros proyectos y  operaciones. Adicionalmente, soy la directora del CT Innovation Lab, una nueva aventura en la que nos acabamos de embarcar, donde tengo la misión de detectar las innovaciones más prometedoras en las que trabajan mis compañeros desde nuestras distintas unidades de negocio y ayudar a incubarlas desde el laboratorio de manera que consigamos generar productos y servicios diferenciales para continuar dando el mejor servicio a nuestros clientes.

P.-¿Por qué estudiaste una ingeniería y por qué este sector (si lo has elegido o ha sido casualidad)?

R.- Elegí estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones porque desde pequeña me he sentido atraída tanto por la ciencia y la tecnología como por las personas, podríamos decir que soy un poco de “ciencias” y un poco de “letras”. Cuando llegó la hora de elegir la carrera, tenía claro que ser ingeniera era el camino que quería seguir y me parecía bonita la idea de contribuir a mejorar la comunicación entre las personas, por lo que hacer teleco me pareció la decisión más natural. Una vez en la carrera, descubrí mi pasión por la microelectrónica y, desde entonces, no he dejado de aprender tanto de electrónica como de otras áreas técnicas igual de inspiradoras.

De entre las oportunidades que me han ido surgiendo a lo largo de mi carrera, siempre he elegido aquellas que he creído que me proporcionarían un mayor desarrollo profesional. Ahora mismo, tengo la suerte de trabajar fundamentalmente en el sector de aeroespacio y defensa, después de haber pasado por otros sectores igual de retadores. Incluso tuve el privilegio de empezar mi carrera profesional en el CERN, en uno de los proyectos científicos más desafiantes liderados por Europa en los últimos años: la búsqueda del bosón de Higgs.

P.-Compártenos algo de lo que te sientes orgullosa en tu carrera.

Más allá de los logros técnicos o de desarrollo de negocio que he alcanzado a lo largo de mi carrera, creo que de lo que más orgullosa me siento profesionalmente es de haber contribuido al desarrollo profesional de las personas de mi equipo y de mis alumnos. Durante muchos años he compatibilizado mi trabajo en la empresa privada con la docencia como profesora asociada de varias universidades. Además de que dar clase a estudiantes de ingeniería es una labor muy gratificante para mí, creo que es muy importante que en el cuerpo docente universitario haya tanto perfiles académicos como perfiles que venimos de la industria para que los futuros ingenieros puedan tener una visión de los mundos.

P.- ¿Cómo ha evolucionado el sector de la industria en cuanto a la brecha de género y qué tareas pendientes crees que quedan para reducirla?

«Como sociedad, debemos preguntarnos si nos sigue mereciendo la pena desaprovechar el talento femenino en la dirección de las empresas y, como mujeres, debemos preguntarnos qué está en nuestra mano hacer para dar el salto.»

R.- En este aspecto, hemos avanzado mucho en los últimos años. No obstante, queda mucho camino por recorrer, sobre todo cuando se trata de romper el famoso techo de cristal que, en ocasiones, parece de hormigón armado. Aun cuando en España nadie se sorprende por ver a una mujer participando en un proyecto de ingeniería, ¿cuántas mujeres forman parte de la alta dirección de empresas de ingeniería?

Creo que, como sociedad, debemos preguntarnos si nos sigue mereciendo la pena desaprovechar el talento femenino en la dirección de las empresas y, como mujeres, debemos preguntarnos qué está en nuestra mano hacer para dar el salto. En muchas ocasiones somos nosotras mismas las que limitamos nuestro desarrollo profesional cuando, por ejemplo, no nos atrevemos a postularnos para un puesto si no cumplimos el 100% de los requisitos que se solicitan o somos timoratas a la hora de comunicar que tenemos la ambición de ascender en nuestras organizaciones o de pedir una subida salarial. El no ya lo tenemos, ¡seamos valientes para poner nuestras aspiraciones encima de la mesa y seamos generosas apoyándonos unas a otras!  

P.¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión? ¿Qué oportunidades ofrecen el sector o tu rama de ingeniería que las futuras ingenieras deberían tener en su horizonte profesional?

R.- Lo que realmente me hace levantarme por las mañanas con ilusión por mi profesión es la capacidad que tenemos los ingenieros de mejorar la vida de las personas gracias a los avances tecnológicos que posibilitamos. Realmente está en nuestra mano cambiar el mundo y para mí es muy gratificante participar en desarrollos tecnológicos y proyectos cuyo impacto veo en el día a día de las personas que me rodean.

Las oportunidades que ofrecen el sector aeroespacial y defensa para las futuras ingenieras son innumerables. Es un sector tecnológicamente puntero con unos requisitos de fiabilidad y seguridad muy exigentes. Más allá de que sea un sector con pleno empleo, trabajar en un sector como el nuestro te permite formar parte de proyectos realmente fascinantes y te ofrece la posibilidad de desarrollar un nivel técnico muy alto. Es un sector ideal para auténticos amantes de los retos técnicos en el que espero encontrarme con cada vez más ingenieras con ganas de desarrollarse y de sentarse a la mesa donde se toman las decisiones.