La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha celebrado su junta anual la cual ha culminado con un debate sobre la sostenibilidad en la aviación comercial.
La sostenibilidad medioambiental, económica y social ha sido el tema de la mesa de debate que ha organizado ALA con motivo de su asamblea anual, que ha contado con la participación de la presidenta de Vueling, Carolina Martinoli, el presidente de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, y los consejeros delegados de Volotea, Carlos Muñoz, y Binter, Juan Ramsen.
Antes de esta mesa, en la asamblea, los representantes de las aerolíneas presentes han mostrado su unidad en torno al compromiso de avanzar hacia su descarbonización, “siempre y cuando la misma se realice de forma equilibrada y permita la sostenibilidad económica y social”.
Durante la misma, el presidente de ALA, Javier Gándara, ha puesto de manifiesto las oportunidades y el potencial de la sostenibilidad del transporte aéreo desde la triple perspectiva medioambiental, económica y social: “La sostenibilidad no es solo fundamental para el sector aéreo y para lograr un turismo más sostenible, sino que debe ser un objetivo como país que permitirá avanzar en la generación de empleo y economía”.
La jornada post asamblea comenzó con Rosario Sánchez secretaria de Estado de Turismo, encargada de inaugurarla con un discurso en el que ha destacado la importancia del turismo para la economía española, como demuestra la inversión de 3.400 millones de euros hecha por el Gobierno para apoyarlo, una inversión que España es el único país que la ha hecho. También destacó que turismo y aviación comercial van juntas con un mismo objetivo final.
Previamente a la secretaria de Estado, Gándará recordó los posibles efectos de la anunciada prohibición del cobro por el equipaje de mano, e hizo referencia a la descarbonización del sector.
Los cuatro directivos de las aerolíneas, han recordado la necesidad de que España se convierta en líder europeo del SAF, la solución a corto plazo para descarbonizar el transporte aéreo, dado que, como explicaron Muñoz y Bertomeu, cuyas aerolíneas participan en varios programas de electrificación de aeronaves, esa es una opción que todavía tardará muchos años en llegar.
De hecho, Ramsen contó como les ofrecieron a Binter cambiar los motores de sus ATR 72 por otros eléctricos, pero que así equipados, perderían la mitad de capacidad de carga. Esto supondría que para mantener la oferta actual, tendrían que hacer 400 vuelos diarios en Canarias, y simplemente, no caben tantos aviones, ni hay personal de vuelo y tierra para ese nivel de operación.
Todos ellos coincidieron en lanzar la habitual petición de que se aumente la producción de SAF en España, y que no se debe perder la oportunidad de liderar este sector en Europa. Y para ello es necesaria una voluntad política para aprobar ayudas como ya están haciendo otros países, especialmente Estados Unidos. “No deberíamos depender de otros países en el futuro”, sentenciaba Carlos Muñoz.
Otros importantes temas fueron la prohibición de vuelos cortos y los nuevos impuestos que se están estudiando para el sector.
Sobre lo primero, la conclusión fue que es una medida sin sentido, ya que las emisiones que se eliminarían son casi nulas; que en España muchas de las rutas afectadas por una posible prohibición ya se han autoregulado con la llegada de los trenes de alta velocidad; y que los pasajeros que viajen con conexiones podría elegir viajar vía otros países, lo que aumentaría las emisiones al ser vuelos mucho más largos. Bertomeu puso como ejemplo como la ruta Madrid-Valencia pasó de 1,1 millones de viajeros anuales antes del AVE a 0,2 millones hoy en día, siendo estos básicamente conexiones con otros vuelos.
Otras cifras que recordaron es que la aviación comercial mundial representa el 2 por ciento de las emisiones mundiales debidas al ser humano. Y la aviación regional, esa que se quiere prohibir, representa el 4 por ciento de este 2 por ciento. Es decir, el 0,08 por ciento del total.
Por comparación, los vuelos de largo radio suponen el 80 por ciento de las emisiones de la aviación, y los coches representan el 25 por ciento de las emisiones totales; más de 10 veces las de la aviación.
Sobre los nuevos impuestos hubo dos sentencias. Que reducirían la demanda, lo que afectará de forma importante a la economía española, ya que además reducirían el empleo, la conectividad y las posibilidades de invertir en nuevas tecnologías; y por otra que son inútiles si no son finales.
Es decir,que el dinero recaudado sea de verdad para que la aviación sea más verde, por ejemplo ayudando a la producción de SAF, en lugar de destinarlos a vaya usted a saber qué, o usarlos para financiar el Cielo Único europeo y acelerar su implementación de una vez por todas.
Carlos Bertomeu señalaba que en Air Nostrum ya han pagado más por las emisiones que lo que han ganado de media en 30 años de existencia de la aerolínea.
Finalmente, los cuatro coincidieron, como lo haría después Ismael Aznar, socio responsable de medio ambiente y clima de PwC Tax y Legal, en el hecho de que la aviación es a ojos del ciudadano culpable de muchas más emisiones de las reales, y que el discurso es defensivo, lo que hace parecer aún más culpable.
Aznar participó, tras los cuatro presidentes en una charla con Margarita de Gregorio, presidenta de la Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo, en la que salieron temas como que el consumidor está dispuesto a pagar algo más por productos sostenibles; que es necesario algún tipo de regulación en el sector de los combustibles, como la que hubo en el pasado en los sectores eólico y en menor medida el eléctrico. “En los sectores no regulados es muy difícil avanzar” señaló Aznar con respecto a la descarbonización, señalando a la aviación de largo radio y al trasporte marítimo como dos de los sectores más difíciles de descarbonizar.
También explicó que se debían regular los residuos agrarios, que muchas veces se queman en los mismos campos, cuando se podrían aprovechar para fabricar SAF.
La jornada de ALA terminó con la entrega de su premio anual, que este año ha recaído en Raúl Medina, director gerente de Eurocontrol, y con unas palabras de Benito Núñez, secretario general de Transporte Aéreo y Marítimo, que señaló las buenas cifras que ya se están registrando en 2024 en el transporte aéreo en España, superando ampliamente a las de 2023.
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