El Airbus A350-1000 es el avión elegido por Qantas para su Proyecto Sunrise de vuelos ultralargos.
El Proyecto Sunrise de Qantas finalmente tiene ganador: El Airbus A350-1000, aunque esto no significa todavía que la aerolínea australiana vaya a comprar este modelo, del que según sus cuentas precisaría una docena de unidades para cubrir sus necesidades.
Proyecto Sunrise es el nombre bajo el que Qantas estudia la posibilidad de realizar vuelos sin escalas entre Estados Unidos y Europa y Australia, algo que por ahora sólo es posible entre Europa y Perth, situada en el extremo suroeste de esta isla-continente. Qantas lleva dos años volando sin escalas entre Londres y Perth con sus Boeing 787-8. Perth está a entre 2.500 y 3.500 km de distancia de las tres principales ciudades del país: Sydney, Brisbane y Melborne.
Para estos vuelos ultralargos Qantas ha evaluado tanto el A350-1000 como el Boeing 777X.
Tras este anuncio, Qantas tiene hasta marzo de 2020 para decidir finalmente si sigue adelante con este proyecto y firma con Airbus la adquisición de los aviones. Por medio, además de analizar los resultados de los vuelos de prueba que ha hecho desde Londres y Nueva York a Sydney aprovechando las entregas de sus últimos Boeing 787-9, deberá completar las negociaciones con sus pilotos referentes a la formación de tripulaciones para estos vuelos. En este caso Qantas está ofreciendo un aumento de paga del 3 por ciento a los pilotos de estos aviones y nuevas oportunidades de promoción, al tiempo que pide algunas concesiones para mejorar la productividad como que los pilotos de los A350-1000 vuelen también en los A330 de Qantas dado que ambos aviones comparten calificación de tipo.
Según confirman desde Qantas, Airbus ha accedido a desarrollar una versión ULR de este avión, similar al A350-900ULR de Singapore Airlines, con un depósito de combustible adicional y un mayor peso máximo al despegue.
En el A350-900ULR el aumento de capacidad de combustible en 24.000 litros se logró mediante cambios en el sistema de combustible sin necesidad real de aumentar el tamaño o número de los depósitos.
Qantas quiere iniciar sus operaciones ultralargas, con vuelos de hasta 21 horas de duración sin escalas, en la primera mitad de 2023, por lo que para Airbus el citado mes de marzo el su límite para poder completar el diseño de los cambios, construir los aviones, certificarlos y entregarlos a tiempo.
LOS VUELOS SUNRISE
Qantas, como decimos, ha realizado ya dos vuelos de prueba dentro de este programa, teniendo previsto hacer un tercer y último vuelo el 17 de diciembre entre Nueva York y Sydney.
En estos vuelos viajan grupos de 40 voluntarios que son controlados (así como la tripulación) a bordo por un equipo médico y de investigadores, para comprobar que tipos de alteraciones sufre el cuerpo en un vuelo de este tipo. Los datos de las tripulaciones serán usados por Qantas para negociar con las autoridades aeronáuticas para lograr la extensión necesaria de los límites de operación actuales para poder llevar a cabo estos vuelos. CASA, la Autoridad de Seguridad en Aviación Civil de Australia, a la vista de algunos datos ya aportados por Qantas mediante su sistema de gestión de riesgos por fatiga, ha señalado que no ve obstáculos regulatorios para aprobar esa extensión.
Qantas está trabajando también en el diseño de las cabinas de pasaje para estos aviones. El análisis preliminar de los datos recogidos en los vuelos de prueba muestran la “importancia de un espacio dedicado para el estiramiento y el movimiento de los pasajeros de turista en particular, así como los beneficios potenciales de rediseñar el servicio a bordo para cambiar activamente a las personas a su zona horaria de destino” señalan desde Qantas.
Alan Joyce, presidente de Qantas ha manifestado al anunciar la selección del A350-1000: “El A350 es un avión fantástico y el acuerdo sobre la mesa con Airbus nos brinda la mejor combinación posible de términos comerciales, eficiencia de combustible, costo operativo y experiencia del cliente. La combinación de avión y motor es tecnología de última generación, pero está completamente probada después de más de dos años de servicio. Esta es la elección correcta para las misiones de Sunrise y también tiene la economía adecuada para hacer otras rutas de largo recorrido si así lo deseamos.
Desde el principio, hemos dejado claro que el Proyecto Sunrise depende de un caso de negocio que funcione. Solo nos comprometeremos con esta inversión si sabemos que generará el rendimiento correcto para nuestros accionistas dados los riesgos comerciales inherentes”.
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