En una reunión en Dublín con altos directivos de Ryanair, incluido Michael O’Leary, siguen manteniendo las conocidas críticas a Aena y al ministro Bustinduy, y señalan que “Lo único que hacemos es crear un servicio que los clientes puedan elegir”.
Resumiendo, Michael O’Leary, consejero delegado del Grupo Ryanair y los directivos de la aerolínea no ha cambiado en absoluto su opinión sobre los ministros españoles de Transportes y Movilidad Sostenible, y de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, a los que siguen llamado cualquier cosa menos guapos.
En una visita a la sede de Ryanair en Dublín coincidiendo con el 40 aniversario de la compañía, hemos tenido la oportunidad de conversar con él, así como con Eddie Wilson, consejero delegado de Ryanair y otros directivos de la aerolínea irlandesa.

O’Leary y Wilson estuvieron en su línea, centrando sus palabras en el enfrentamiento con el Gobierno español (era una cita exclusiva para medios españoles) por motivos como la multa de 109 millones de euros por cobrar por parte del equipaje en la cabina de pasajeros y otros temas, y que la justicia española ha dejado en suspenso por el momento. Multa que va en contra de la legislación europea, y de la que O`Leary señaló que han pedido al ministro Bustinduy cómo llegaron a determinar el importe de la multa y se han negado a explicarlo.
Del ministro llegó a afirmar que “Unos 3 millones de personas votaron por el partido de Bustinduy, y 60 millones de personas pagaron para volar en Ryanair. No tengo duda de quién ganará aquí en el largo plazo. Bustinduy estará desesperado”.

O’Leary también recordó que a la hora de comprar un billete en Ryanair se advierte claramente del cobro de equipajes, así como por la impresión de la tarjeta de embarque en el aeropuerto, señalando que a todo pasajero se le envían varios avisos de que la lleve impresa. Si no la lleva no es culpa de Ryanair; y que si no le gustan esas condiciones el pasajero es libre de no completar la compra del vuelo y escoger a otra aerolínea.
En esta línea destacó que permiten llevar una maleta gratis a bordo de de 40 x 30 x 20 centímetros, en la que, en su opinión, cabe perfectamente la ropa y otros elementos precisos para un viaje de tres días. Según O’Leary, sus pasajeros realizan viajes de dos días y medio de media. Además, declaró, “El Comité de Transporte Europeo, que está lleno de idiotas monstruosos, se reunió recientemente y dijo que todos deberían llevar dos bolsas gratis a bordo. No se puede. No hay suficiente espacio para dos o tres bolsas. Nosotros permitimos al 50 por ciento de nuestros pasajeros llevar dos bolsas”.
Puso un ejemplo señalando que había comprobado un vuelo a Varsovia la noche anterior. De los 194 pasajeros que viajaron, solo dos tuvieron que pagar por una segunda maleta. Precisamente O’Leary llegó a Dublín para el encuentro procedente de Varsovia, donde anunciaron un acuerdo de 8 años con el Gobierno polaco por el cual este ha rebajado las tasas a Ryanair a cambio de un compromiso de crecimiento.
Ambos directivos también volvieron a protestar por las deficiencias en el control aéreo español que, según los datos de Ryanair les costó entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año 16.667 vuelos retrasados, lo que afectó a 3 millones de pasajeros.

Esto, junto a una huelga de controladores en Francia ha llevado a Ryanair a pedir, ya, la dimisión de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, si no toma medidas contra las huelgas de controladores en Europa.
Ambos directivos señalaron que si las cosas no cambian en España, es decir, si Aena no cambia, al menos para ellos, su política de precios en los aeropuertos pequeños, se están planteando nuevos recortes en España, similares a los que hicieron para esta temporada de verano, cuando suprimieron vuelos equivalentes a 800.000 asientos. Según declararon, todavía no hay una decisión tomada, pero sin duda “habrá cortes significativos en España” apuntó O’Leary, que llegó a cifrar en un mínimo del 25 por ciento el recorte en estudio, que incluiría nuevos cierres de líneas, e incluso abandonar algún aeropuerto más.

Otra crítica contra Aena fue su política de inversiones. Por ejemplo pusieron en duda la necesidad de una nueva sala VIP en el aeropuerto de Madrid-Barajas, cuyo coste va repercutido en las tasas que cobran a las aerolíneas que usan el aeropuerto, den acceso o no a sus pasajeros a la misma. Y como ello otras muchas inversiones que consideran supérfluas, y que solo encarecen los billetes de avión.
O’Leary también señaló que algunos países europeos como Polonia, Italia, Hungría y incluso Suecia, “hogar de estudiantes anti-educados como Greta Thunberg”, han decidido abolir las tasas ecológicas de la aviación y están creciendo fuertemente.
Jason McGuinness, director comercial de Ryanair, por su parte explicó que en 2024 han crecido en España un 35 por ciento gracias al aumento del número de turistas; y que en 2025 esperan crecer un 4 por ciento, llegando a los 60 millones de pasajeros. Señaló que esta importante recuperación frente a los niveles pre COVID se debe en gran parte a la congelación de tarifas de Aena en 2021, y que con el aumento de tarifas de Aena desde 2025 crecerán menos.
RYANAIR EN ESPAÑA
Entre los planes para la próxima década de Ryanair para España están llegar a los 80 millones de pasajeros anuales, creciendo un 40 por ciento; para lo que basarán en España 28 aviones más y abrirán cinco bases: Fuerteventura, Gran Canaria, Menorca, Reus y Santander; retomarán los vuelos a Jerez y Valladolid (suspendidos en protesta por las tasas de Aena). Como consecuencia de ello, esperan crear más de 1.000 empleos, y llegar a los 11.000 en España.

Wilson explicó que esperan que en este 2025 se complete la recuperación post COVID en Europa. Destacó que Albania, Grecia y Croacia son los tres países europeos de su red que más crecen. Albania estuvo ya, en 2024, en un 310 por ciento de su tráfico pre COVID; Grecia un 124, y Croacia un 121 “por sus menores tasas e impuestos aeroportuarios”. Lo mismo que Marruecos, que en 2024 estuvo un 121 por ciento por encima de 2019.
Francia y Alemania, siguieron por debajo de 2019, 93 y 82 por ciento, “por sus altas tasas e impuestos aeroportuarios”. España, según sus datos, creció el 112 por ciento frente a 2019.
Michael O’Leary confirmó que Boeing entregará a Ryanair, desde el verano de 2027 (los primeros 15) hasta el verano de 2034, 300 aviones Boeing Max 10 que la aerolínea tiene pedidos. Le preguntamos por los retrasos como consecuencia de la largamente retrasada certificación del modelo y sí Boeing les había ofrecido algún tipo de compensación.

O’Leary nos respondió que, para ellos, el Boeing 737-10 no está retrasado ya que, como señaló, las entregas no deberían comenzar hasta 2027, por lo que hay tiempo para que sea certificado y den comienzo estas en fecha. Además, añadió que durante la negociación con Boeing, llevada a cabo durante la pandemia, lograron un gran precio por esos 300 aviones, “lo que nos ayudará a mantener los costes de los aviones bajos durante los próximos 20 años”.
También nos explicó que parece ser que el Max 10 se certificará a finales de 2025, junto al MAX 7: “Hablé con la jefa de Boeing el pasado viernes. Están muy confiados de que obtendrán el certificado del avión y que nuestros primeros 15 aviones estarán en el verano de 2027”.
También nos adelantó que tiene previsto basar los cinco primeros que reciban en España, citando a Málaga, Palma, Madrid o Barcelona, como posibles destinos de estos “porque tienen 28 asientos más por vuelo que nuestros aviones existentes”.

FORMACIÓN EN ESPAÑA
Eddie Wilson nos habló también del nuevo centro de instrucción que se abrirá en Madrid en poco más de tres meses. Tendrá seis simuladores, cuatro de ellos completos, y dos sin movimiento, además del fuselaje de un Boeing 737 (que ya está en las instalaciones para ser preparado para su nuevo uso) para los cursos de TCP y técnico de mantenimiento de aeronaves que también se impartirán. A estos medios hay que sumar las preceptivas aulas y demás infraestructuras habituales.
El centro, situado en el Polígono Las Mercedes, junto al aeropuerto de Madrid-Barajas, tendrá una capacidad de 500 alumnos anuales, y será similar a los que Ryanair ya posee en los aeropuertos de Londres-Luton y Dublín y generará unos 150 empleos.
Oporto y Madrid fueron las dos ciudades finalistas para albergar este centro de formación. La elección se decantó por Madrid por las ayudas concedidas por la comunidad autónoma madrileña.
Añadir comentario