El operador de los aeropuertos españoles, Aena, ha registrado unas pérdidas de 123,7 millones de euros en los primeros nueve meses de 2020 mientras el número de pasajeros sigue muy por debajo de la cifra de 2019.
La pandemia del COVID-19 sigue lastrando a Aena, pero se puede decir que casi más sus problemas con los inquilinos de los locales comerciales de los aeropuertos. Una vez más.
En los primeros nueve meses de 2021, han pasado por los aeropuertos españoles de Aena 76,5 millones de viajeros, cifra que supone un 18 por ciento más que en el mismo período de 2020, pero un 64,2 por ciento menos que en los mismos meses de 2019. Lo que permite ver que la recuperación va muy lenta.
Además, por el aeropuerto de Luton en Reino Unido y los seis que gestiona en Brasil, han pasado otros 10,9 millones de viajeros. En 2019, Aena todavía no gestionaba los aeropuertos brasileños, y por el de Luton, en los primeros nueve meses de 2019, pasaron 13,9 millones de viajeros. Con la aportación de Luton y los aeropuertos brasileños, Aena suma 87,4 millones de viajeros, un 64,4 por ciento menos que en el mismo período de 2019, y con la aportación extra de los aeropuertos brasileños.
Este descenso, que además supone una menor oferta de vuelos por parte de las aerolíneas, significa igualmente una caída de los ingresos.
Anea facturó en estos nueve meses 1.760,8 millones de euros, un 1,6 por ciento más que en 2020, pero un 49 por ciento menos que en 2020, cuando ingresó 3.448,8 millones.
Los ingresos aeronáuticos sumaron 864 millones de euros, un 6,5 por ciento menos que en 2020, y un 75,27 por ciento menos que en 2019.
Los ingresos comerciales, por su parte, sumaron 723,5 millones de euros, un descenso del 6,2 por ciento respecto a 2020 y del 24,23 respecto a 2019.
La cifra de 2021 incluye el apunte contable de 388,1 millones de euros por las denominadas Rentas Mínimas Anuales Garantizadas, ingreso por el cual sigue la disputa con los arrendadores de locales comerciales en los aeropuertos, de los que una minoría en número, pero mayoría en cuanto a superficie alquilada y facturación, no están de acuerdo con la oferta de descuentos ofrecida por Aena como consecuencia de la disminución del número de pasajeros por la pandemia, pero principalmente por los cierres gubernamentales de las fronteras.
Este dinero es de difícil cobro, y desde Aena señalan que “se han dotado provisiones por 30,3 millones de euros en la cuenta de pérdidas y ganancias”.
Además explican que: “El pasado 3 de octubre entró en vigor la Ley 13/2021 que en su disposición final séptima modifica los contratos de arrendamiento o cesión de local de negocio para actividades de restauración o de comercio minorista que estuvieran en vigor el 14 de marzo de 2020 o licitados con anterioridad. Establece las siguientes modificaciones
a) La Renta Mínima Garantizada Anual (RMGA) establecida en los contratos correspondiente al periodo de tiempo que se extiende entre el 15 de marzo de 2020 y el 20 de junio de 2020, ambos incluidos, quedará suprimida y no será exigible por Aena su pago.
b) A partir del día 21 de junio de 2020 la RMGA fijada en los contratos quedará automáticamente reducida en proporción directa al volumen de pasajeros en el aeropuerto donde se ubique el local respecto al volumen de pasajeros que existió en ese mismo aeropuerto en 2019. Esta reducción de la RMGA será aplicable en 2020, así como en todos los años posteriores hasta que el volumen anual de pasajeros del aeropuerto sea igual al que existió en 2019.
c) Lo establecido en el apartado anterior no afectará al derecho de Aena a exigir el pago de la Renta Variable establecida en los contratos en función de los ingresos derivados de las ventas en los diferentes locales.
Una vez realizado un análisis más detallado de la aplicación de la ley y teniendo en cuenta el tráfico real de pasajeros de 2020, la previsión actual de tráfico de pasajeros para 2021 y la evolución del tráfico prevista en la propuesta de DORA II para el periodo desde 2022 hasta 2026, año en el que se prevé alcanzar de nuevo el tráfico de 2019, Aena estima una reducción en los cobros de ingresos comerciales de, aproximadamente, 1.350 millones de euros a lo largo del periodo 2020-2025”.
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