El personal encargado de mantener los Airbus A380 de Qantas en el aeropuerto de Victorville han tenido que añadir un nuevo equipo a sus herramientas para cuidar de ellos.
Cuando Qantas, como otras muchas aerolíneas, decidió paralizar su Airbus A380 al inicio de la pandemia del COVID-19, poco imaginaban el problema que iba a tener su personal de mantenimiento en el aeropuerto de Victorville, en el desierto de Mojave, donde decidió almacenar allí 10 de sus 12 aviones.
Con la llegada del calor, las serpiente cascabel y escorpiones empiezan a buscar zonas frescas y tranquilas para resguardarse (son más activas entre los 26 y los 32 grados centígrados). Y nada más que fresco y tranquilo que los trenes de aterrizaje de los aviones aparcados.
Pero claro, aparado no significa abandonado. Y cada semana hay que realizar ciertas tareas de mantenimiento. Entre ellas comprobar el estado de ruedas, frenos y demás elementos del tren de aterrizaje.
Pero a cascabeles y escorpiones no les gusta que les molesten en su nueva casa.
Así que, para poder llevar a cabo con tranquilidad y seguridad su trabajo, los técnicos de mantenimiento han decidido añadir un “golpeador de ruedas”. En realidad el palo de una escoba que ha sido personalizado para cada uno de los aviones con la matrícula y el nombre con el que están bautizados.
Tim Heywood, director de Ingeniería de Qantas en Los Ángeles, encabeza el equipo encargado de los trabajos ha explicado que no obstante, que “los encuentros con los que se deslizan y se agitan son parte del trabajo. Lo primero que hacemos antes de liberar e iniciar cualquier inspección en tierra del tren de aterrizaje en particular, es caminar alrededor del avión pisando fuerte y golpeando las ruedas con un golpeador de ruedas para despertar y asustar a las serpientes. Así nos aseguramos de que ni nuestros ingenieros ni las serpientes sufran ningún daño. Solo entonces nos acercamos con cuidado a cada rueda y la desenvolvemos antes de realizar nuestras comprobaciones de presión e inspecciones visuales. Nos hemos encontrado con algunas serpientes de cascabel y también con algunos escorpiones, pero el golpeador de ruedas hace su trabajo y se escabullen. Es una parte única del cuidado de estos aviones mientras están almacenados y es otra señal de lo extraño que ha sido el año pasado. Estos A380 rara vez pasaban más de un día en tierra cuando estaban en servicio”.
Qantas confía en poder volver a poner en servicio sus Airbus A380 en un par de años.
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