El Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España ha organizado la Jornada Mujer en la dirección del sector aeronáutico con la presencia de siete mujeres profesionales de este.
Isabel Maestre, directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, María Ángeles Martí, directora Programas del fuselaje trasero y empenaje del Airbus A350; Ana María Molina, directora adjunta de Operaciones de Isdefe; Cristina Cuerno, catedrática de la facultad de ingenieros aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid y vocal en la CIAIAC; Mª Teresa Busto, directora de la planta de Illescas de Airbus; María Jesús López Solás, directora de Planificación de Red Iberia, y Esther Apesteguía, editora de Fly News han sido las ponentes en la jornada del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) moderada por Estefanía Matesanz, decana del colegio.
Durante la jornada se han analizado las causas de la todavía escasa presencia de mujeres en los niveles más altos de dirección de las empresas del sector , y a qué obedece este gap.
Cristina Cuerno, catedrática de ingeniería aeronáutica y primera doctora aeronáutica en España ha dado una cifra de su escuela. Solo 5 de los 30 catedráticos son mujeres. Eso es algo menos del 17 por ciento. Pero lo demoledor ha sido saber que la escuela está por encima de la media de la universidad española en este aspecto.
Este mismo porcentaje es el que Teresa Busto ha señalado que representan las mujeres entre los mandos intermedios de Airbus. A este respecto, Mari Ángeles Martí ha tratado de enviar un mensaje de optimismo: “En España aunque las cifras siguen siendo malas está subiendo el porcentaje de mujeres directivas y mandos”. Según datos del COPAC, apenas un 5 por ciento de los pilotos españoles colegiados son mujeres.
Todas ellas han coincidido básicamente en puntos como el escaso número de mujeres que llegan a puestos de alta dirección respecto a las que se forman en las universidades, y que han llegado a donde están independientemente de su sexo, aunque si han coincidido en que en España si hay discriminación por sexo.
Isabel Maestre ha señalado, por ejemplo, que en contra de lo que pudiera parecer, en Europa persisten comportamientos machistas, incluso a nivel institucional, fruto de una cultura de gestión perpetuada en el tiempo.
Estefanía Matesanz ha destacado lo que le ocurre a ella. En muchas reuniones piensan que es la secretaria del decano del colegio en lugar de la decana. Con todo, Teresa Busto ha señalado: “En mi empresa he llegado donde he querido llegar y he hecho lo que he querido hacer, no he encontrado barreras”, aunque “la sociedad exige más a una mujer que a un hombre y hay que fomentar un liderazgo sin sexos”.
Todas ellas han lamentado del escaso éxito de la política de igualdad del gobierno español, y el bajísimo número de empresas importantes que se han comprometido y todas ellas han apostado por la educación desde los primeros niveles para cambiar realmente y que se llegue a la igualdad sin necesidad de cuotas o leyes. María Jesús López señaló por su parte que “en mi entorno hay bastantes mujeres pero aun somos pocas”.
Teresa Busto ha llegado a decir: «¿Qué has hecho tú para cambiar la situación de la mujer en el trabajo? ¿Qué vamos a hacer todas? ¿Cómo nos ayudamos? ¡Ya está!» A lo que el público y ponentes han respondido con un aplauso.
Donde la unanimidad no ha ocurrido ha sido a la hora de hablar de cuotas; aunque sí se ha dicho que mujeres florero por cuota: no. Que en igualdad de currículo, no se descarte a la mujer por serlo. Igualmente, Isabel Maestre ha recordado que en una empresa en la que trabajó, sus jefes no querían mujeres piloto ni hombres TCP. No lo ponían por escrito, pero ninguno pasaba el corte.
Como hemos dicho, la maternidad también ha sido uno de los temas tratados. Ana María Molina ha señalado la necesidad de igualdad y reparto de trabajos en la familia y se han hecho comentarios sobre la sorpresa que genera todavía que un hombre se tome permiso de paternidad.
Para terminar entre las conclusiones estuvieron: podemos, no nos pongamos limitaciones, no somos las únicas…
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