La low cost irlandesa Ryanair y su grupo de aerolíneas acaba de anunciar unas pérdidas de 815 millones de euros, más 200 millones de un cargo extraordinario, para su año fiscal terminado el pasado 31 de marzo.
815 millones más otros 200 millones por un cargo extraordinario por los costes extra de las coberturas de combustible y cambio de moneda, en total 1.015 millones de euros, son las pérdidas que el grupo Ryanair ha anunciado para el año fiscal 21 (1 de abril de 2020 a 31 de marzo de 2021) frente a un beneficio de 1.002 millones de euros, menos 353 millones de un cargo extraordinario también por las coberturas.
Este es el resultado de la caída del tráfico del 81 por ciento que ha tenido el grupo como consecuencia de las restricciones a los viajes impuestas por los gobiernos por la pandemia del SARS-CoV-2.
Un total de 27,5 millones de viajeros usaron aún así los aviones de Ryaniar para sus desplazamientos aéreos, frente a 148,6 millones un año antes. Un descenso del tráfico que se tradujo en una bajada de la ocupación media de los vuelos operados de 24 puntos porcentuales, del 95 al 71 por ciento.
Unos pasajeros que, según los datos de Ryanair, hicieron mayor uso de la oferta de embarque prioritario y reserva de asientos “lo que resultó en un aumento del 11 por ciento en el gasto por pasajero a casi 22 euros”.
Con todo, sus ingresos cayeron también un 81 por ciento, quedando en 1.640 millones de euros (8.490 millones un año antes), mientras que sus costos descendieron un 66 por ciento, quedando en 2.480 millones de euros (7.370 millones).
Desde Ryanair mantienen la línea de las demás aerolíneas del daño hecho al transporte aéreo por los gobiernos con los continuos cambios en las medidas a cumplir para viajar (cuando dejaban), y a las diferentes medidas tomadas por cada uno “Esto creó enormes interrupciones e incertidumbre tanto para nuestros clientes como para nuestra gente”.
A esto, explican: “Ryanair respondió rápida y eficazmente a esta crisis, trabajando arduamente para ayudar a millones de clientes con cambios de vuelos, reembolsos y cambios de planes de viaje. Minimizamos la pérdida de puestos de trabajo mediante recortes salariales acordados y participación en los esquemas de apoyo laboral de los gobiernos (ERTE), mientras que al mismo tiempo mantenemos a nuestros pilotos, tripulación de cabina y aeronaves actualizados y listos para reanudar el servicio una vez que regrese la normalidad”.
Una normalidad que en Ryanair esperan para 2023, cuando recuperen los 150 millones de viajeros de 2020, mientras que para este año fiscal 2022 (1 de abril de 2021 a 31 de marzo de 2022) esperan entre 80 y 120 millones de clientes “según evolucionen las restricciones a los viajes y la vacunación”. También señalan que “nos sentimos alentados por la reciente publicación de varias vacunas contra el virus COVID-19 y esperamos que su despliegue facilite la reanudación de los viajes aéreos y el turismo intraeuropeos este verano. Si, como se prevé actualmente, la mayor parte de la población europea está vacunada antes de septiembre, creemos que podemos esperar una fuerte recuperación de los viajes aéreos, el empleo y el turismo en el segundo semestre del presente año fiscal (FY22). El reciente y fuerte aumento de las reservas semanales desde principios de abril sugiere que esta recuperación ya ha comenzado”.
Además de la posición conjunta, como decimos, con la práctica totalidad de las aerolíneas contra la gestión gubernamental de las restricciones a los viajes, Ryanair también carga de nuevo durante el anuncio de los resultados, contra lo que denomina ayudas ilegales a las aerolíneas europeas: “La crisis del COVID-19 precipitó el colapso de una serie de aerolíneas de la Unión Europea como Flybe, Norwegian, Germanwings y Level, así como importantes recortes de capacidad en muchas otras. Desencadenó un tsunami de ayudas estatales de los Gobiernos de la Unión Europea a sus insolventes compañías aéreas de bandera, como Alitalia, AirFrance/KLM, LOT, Lufthansa, SAS, TAP y otras, que distorsionarán la competencia en la Unión Europea y apuntalarán durante muchos años a las compañías de bandera de alto coste e ineficientes”.
Sobre la largamente esperada llegada del Boeing 737 MAX (B-737-8200 como lo denomina Ryanair), el grupo estima que el primero de ellos llegará por fin a finales de este mes de mayo y contar con 60 entregados antes del momento de máximo tráfico del verano de 2022. Además destacan que con el incremento del pedido de 135 a 200 el pasado año lograron “nuevos descuentos modestos en el precio” y que acordaron con Boeing una “razonable y justa compensación” por los dos años de retraso en la entrega.
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