En Fitur 2023 Vueling ha centrado su presencia en la sostenibilidad con un stand donde los combustibles sostenibles han sido los protagonistas.
¿Cuántos de ustedes creen que la aviación está en el top cinco de las industrias más contaminantes? Franc Sanmartí, director de sostenibilidad de Vueling iniciaba así su presentación sobre los SAF ante cerca de una veintena de medios en Fitur. En seguida se levantaron media docena de manos. A continuación, siguió preguntando ¿Y en el top 10? ¿Y en el 15?, antes de señalar que está en el puesto 17, pero que la mayoría de la gente piensa que está en el top cinco. Que, como ya suelen señalar los profesionales del sector, la apreciación de la contribución de la aviación a las emisiones contaminantes está muy por encima de la realidad, que es el 2 por ciento de las emisiones generadas por el hombre.
Para Sanmartí, la electrificación no es una solución, al menos por el momento, por el conocido hecho de que las baterías actuales no pueden ser usadas en aviones de gran tamaño y distancias de vuelo de poco más de unos pocos centenares de kilómetros. Igualmente, el hidrógeno, todavía está lejos de ser una realidad como combustible alternativo al keroseno, ya sea por su quema directa, o como fuente para generar electricidad para mover motores eléctricos.
A continuación, explicó las medidas que está tomando Vueling para avanzar en la descarbonización: el uso de SAF; la sustitución de sus aviones por otros más eficientes y reducción del peso a bordo; y el uso de rutas más directas en sus vuelos.
Mediante estas medidas se puede reducir entre algo más del 70 por ciento y el 100 por ciento de las emisiones actuales. Un avión como el A320neo, frente a un A320ceo, reduce las emisiones entre un 25 por ciento y un 30 por ciento usando dicha combinación de SAF, eficiencia de la aeronave, y un uso inteligente del espacio aéreo.
Por cierto, según varios estudios, un uso eficiente del espacio aéreo puede reducir más las emisiones que con la prohibición de los vuelos cortos.
Sanmartí pasó a explicar las diferentes maneras de obtener los combustibles de aviación sostenibles. Como ejemplo citó los huesos de aceituna, con los que se produjo el SAF que Vueling empleó en algo más de 70 vuelos en noviembre de 2022. Igualmente hizo referencia al vuelo, en junio de 2022, entre Barcelona y Lyon en el que se logró reducir las emisiones un 72 por ciento mediante el uso de SAF producido por Repsol; el uso de una trayectoria de vuelo lo más recta posible gracias a la iniciativa Albatross de SESAR; y el empleo de un A320neo.
Además, recordó que la Vueling tiene en marcha un programa por el que sus pasajeros pueden adquirir SAF para su vuelo, inversión que duplica la aerolínea. Según Sanmartí, más de 50.000 pasajeros han participado ya en esta iniciativa, que ha permitido la compra de unas 50 Tm de SAF, equivalentes a unos 30 vuelos entre Barcelona y Palma de Mallorca.
Sanmartí nos confirmó que los cinco Airbus A321neo que van a incorporar próximamente (el primero de ellos ha hecho ya su primer vuelo en la factoría de Airbus en Finkenwerder) servirán para retirar otros tantos aviones de la versión ceo en servicio.
También le preguntamos desde Fly News sobre la situación del SAF en España, donde parece que vamos tarde frente a otros países en cuanto a un uso continuado y regular de SAF. Nos contestó qué sí. Y puso como ejemplo Estados Unidos, donde hay importantes programas de incentivos “que han hecho que Estados Unidos se hayan hecho líderes en la producción de SAF. Inglaterra también tiene varios programas, pero en Europa y en España tenemos una oportunidad para empezar a potenciarlo”.
Como fin de la presentación, Sanmartí invitó a probar el simulador que tenían en el stand, primero “jugando” a producir SAF a partir de diferentes procedencias, y luego a “usar” este para pilotar un avión.
Antes, reconoció que falta acción pedagógica a la hora de transmitir al público la realidad de los objetivos y los medios de la aviación para reducir sus emisiones contaminantes y llegar a ser cero neto en el año 2050. Y con ello se dejará de criminalizar este sector, que crea muchos puestos de trabajo, y que ayuda a la economía y a la conectividad.
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