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El meteórico ascenso de Turquía en la industria aeroespacial y de defensa

La firma de los acuerdos con Turquía con respecto al Hürjet nos hacen volver la mirada, con sorpresa, hacia uno de los actores emergentes en los sectores aeroespacial y de defensa en los últimos años.

Turquía es uno de los pocos países que está desarrollando un avión de combate de “quinta” generación, el Kaan, del que ya está volando un prototipo, está ofreciendo UAVs a Estados Unidos, o helicópteros de ataque a Alemania. No está mal para un país que era considerado de “segunda fila” en la industria hace tan solo 10 años.

Turquía ha sido un cliente tradicional de la industria aeronáutica española. En 1989 se llegó a un acuerdo de venta de los CN-235, siendo presidente Javier Álvarez Vara. En total fueron 52 aparatos, más otros 9 en una compra posterior, lo que convirtió a Turquía en el operador más importante del avión. Una buena parte de los CN-235 de fabricó en Turquía por TAI. Los siguen operando la Fuerza Aérea, la Marina y la Guardia Costera. Quizá esta sea una oportunidad para el C295, o su sucesor.

Además Turquía participa en el programa A-400M. Recibió 10 ejemplares, y hay rumores que hablan de otros 6 ejemplares. TAI fabrica varios componentes del A400M Atlas, como el fuselaje delantero medio, las puertas de salida de emergencia, los paneles superiores del fuselaje trasero, las puertas de escape superiores traseras, los alerones y los spoilers; que se envían a Sevilla para su ensamblaje.

Turquía ha desechado la compra de F-35, y se enfrenta al veto de Alemania en su intento de adquirir 40 Eurofighter. La respuesta turca ha siso potenciar su industria interna. La industria aeroespacial y de defensa de empleo directo a cerca de 90.000 personas en unas 3.500 compañías, con una facturación cercana a los 15.500 millones de dólares en 2024. Sus exportaciones llegaron a los 5.500 millones de dólares el año pasado y se habla de un incremento muy fuerte para este año, que podría legar a los 7.200 millones de dólares.

La dependencia de importaciones en defensa ha pasado del 80% al 20%. Solo 20 de cada 100 dólares gastados en defensa se van al exterior. Hay que resaltar también la creciente importancia de los fabricantes turcos en la cadena de suministro mundial. Los esfuerzos continuados para lograr productos propios, han llevado a inversiones muy importantes en Investigación y desarrollo, así como en educación, con un gran impulso de las carreras técnicas, sobre todo las ingenierías por parte del gobierno.

Recientemente se produjo la adquisición de la compañía italiana Piaggio Aerospace por parte de la turca Baykar, “la empresa de UAV más grande del mundo”, como forma de acceder a los mercados europeos, y también por su tecnología. Baykar es otro de los protagonistas del resurgimiento turco, con exportaciones de sus vehículos no pilotados a todo el mundo. La oferta de UAV turcos se completa con los de otras compañías, y hacen la oferta turca una las más completas del mercado.

Por último, no podemos olvidar la política. Turquía está en una zona de confrontación y siempre ha necesitado tener un ejército potente. El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, no ha dudado en utilizar este aumento de la presencia tecnológica de su país para cerrar alianzas y fortalecer su posición frente a sus vecinos, a la vez que le ha ayudado a mantener una posición independiente en asuntos mundiales y aumentar su peso específico como país. Turquía se ha convertido, sin duda, en un actor a tener en cuenta en el mundo aeroespacial y de defesa.