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El Consejo de la ESA aprueba aumentar el presupuesto en un 17 %

Foto de familia de los ministros y altos directivos de la ESA tras la reunión en París.
Foto de familia de los ministros y altos directivos de la ESA tras la reunión en París.

Los ministros de los países ESA en su reunión en París que ha terminado el día 23 han acordado aumentar un 17 por ciento el presupuesto para la agencia espacial.

Europa reforzará su autonomía, liderazgo y sostenibilidad en el espacio, tras la decisión de hoy de aumentar el presupuesto de la ESA en un 17 por ciento respecto a la última reunión ministerial de 2019”. Así ha celebrado la ESA, la Agencia Espacial Europea, dicha decisión por parte de los ministros de los países ESA en su reunión bienal.

Este incremento ha podido ser mayor, pero los estados ESA han reconocido “que las difíciles condiciones económicas han mermado las posibilidades de un gran aumento de la financiación”.

El director general de la ESA, Josef Aschbacher, manifestó: «Cuando nos enfrentamos a dificultades económicas, es importante invertir sabiamente en las industrias que crean empleo y prosperidad en Europa. Con esta inversión, estamos construyendo una Europa cuya agenda espacial refleja su fortaleza política y económica futura. Estamos impulsando el espacio en Europa, iniciando una nueva era de ambición, determinación, fuerza y orgullo. El clima y la sostenibilidad seguirán siendo la máxima prioridad de la ESA, nuestra ciencia y exploración inspirarán a la próxima generación, y construiremos un lugar en el que prosperen los emprendedores espaciales europeos«.

Con este nuevo y ampliado presupuesto de la ESA, los ministros reunidos “confirmaron que el acceso independiente de Europa al espacio es crucial para garantizar los beneficios que el espacio aporta a la vida en la Tierra, como la vigilancia y mitigación del cambio climático, la seguridad de las comunicaciones y la navegación bajo control europeo, y la respuesta rápida y resistente a las crisis”.

En esta línea, el ministro Federal de Asuntos Económicos y Acción Climática del gobierno alemán, Robert Habeck, afirmó que: «Hemos aprobado un importante conjunto de proyectos que mantienen nuestras órbitas seguras, inspiran a nuestros jóvenes, ofrecen oportunidades para que las pequeñas y grandes empresas tengan éxito en Europa y refuerzan aún más nuestra reputación como región de alta tecnología capaz de atraer talento. Actuando juntos, especialmente en tiempos difíciles, podemos garantizar que Europa siga siendo líder en ciencia, tecnología y sostenibilidad«.

El nuevo presupuesto incluye 2.700 millones de euros para el programa de observación de la Tierra de la ESA, reforzando el hecho de la importancia que el clima tiene para los estados miembros de la ESA.

Entre los programas que cubrirá este dinero, está FutureEO, un programa de ciencias de la Tierra, investigación y desarrollo, que aprovecha la innovación y desarrolla misiones pioneras, al tiempo que fomenta formas innovadoras de utilizar los datos de observación de la Tierra.

También se han confirmado los fondos para continuar con el desarrollo de Copérnicoen función de las nuevas necesidades identificadas”; la misión operativa Aeolus-2 para medir la velocidad del viento a nivel mundial y mejorar las predicciones meteorológicas; el refuerzo de la vigilancia de nuevas variables climáticas esenciales y el apoyo a la acción climática; la iniciativa InCubed-2 para apoyar la comercialización en la industria de la observación de la Tierra; el desarrollo de un gemelo digital de la Tierra mediante computación de alto rendimiento y en la nube o inteligencia artificial; la continuación del desarrollo de la misión TRUTHS, que garantizará la calibración cruzada de los datos de varias misiones climáticas que sustentan modelos críticos; la ampliación de la red de misiones de observación de la Tierra de terceros; y la conservación de conjuntos de datos climáticos esenciales a largo plazo.

Igualmente para Harmony, “que promete proporcionar datos novedosos para responder a cuestiones cruciales relacionadas con la dinámica de los océanos, el hielo y la tierra, que tienen una relación directa con la vigilancia de los riesgos, los recursos hídricos y energéticos, la seguridad alimentaria y el cambio climático”; y MAGIC, que observará el volumen de agua de los océanos, las capas de hielo y los glaciares para comprender mejor el cambio del nivel del mar y mejorar la gestión del agua.

El programa científico de la ESA recibirá 3.200 millones de euros destinados, entre otros, al programa Cosmic Vision y al nuevo Voyage 2050, “que define la amplia visión de la ciencia de la ESA para el período comprendido entre 2035 y 2050”. También se han incluido los programas Plato y Ariel, que se lanzarán en 2026 y 2029, dedicados al estudio de planetas extrasolares. A Ariel acompañará en su lanzamiento Comet Interceptor, una misión de clase rápida de la ESA que consta de tres naves espaciales “y que será la primera en visitar un cometa verdaderamente prístino, un objeto interestelar que apenas está iniciando su viaje hacia el interior del sistema Solar”.

En el campo de la exploración espacial, los ministros confirmaron el visto bueno al rover para la exploración de Marte Rosalind Franklin. Este viajará al planeta rojo a bordo de un módulo de aterrizaje, a cuya construcción se ha dado luz verde en esta reunión.

Otros 2.700 millones se han destinado para la siguiente fase de Terrae Novae, el programa de exploración espacial de la ESA centrado en tres destinos: la órbita baja de la Tierra, la Luna y Marte. “Terrae Novae lidera el viaje humano de Europa al Sistema Solar utilizando robots como precursores y exploradores” explican desde la ESA.

Con respecto a las misiones tripuladas, para las que la ESA acaba de anunciar los integrantes de la próxima promoción de astronautas, en la que hay un español y una española (esta en el cuerpo de reserva), se ha acordado ampliar la participación europea en la Estación Espacial Internacional hasta 2030. Además, se ha aprobado el desarrollo del módulo de carga Argonaut, que aunque no lleve astronautas a bordo, será clave para la supervivencia de estos cuando el ser humano regrese a la Luna y establezca una base como paso previo a viajar a Marte. Argonaut servirá para el envío, a lo largo de la década de 2030, de carga a la Luna, tanto general, como pueden ser alimentos, como científicas. Junto a este, se ha autorizado el inicio de los trabajos para la construcción del siguiente lote de módulos de servicio europeos para el programa Artemis, así como seguir los trabajos para la estación Gateway y el satélite Lunar Pathfinder.

Un último acuerdo en este campo ha sido confirmar los siguientes pasos para la cooperación de la ESA con la NASA en la misión para el retorno de las muestras de suelo marciano que está recogiendo y almacenando el rover Perseverance. La ESA ya ha terminado los trabajos de diseño, y pronto comenzará el desarrollo tanto del orbitador de retorno a la Tierra como del brazo que debe recoger las muestras de Perseverance, bien de los contenedores de almacenaje en el propio rover, bien de alguno de los lugares donde también se almacenarán muestras como medida de seguridad.

Otros 1.900 millones se han adjudicado a “mejorar la vida en la Tierra mediante la conectividad permanente en todas partes. El programa de Investigación Avanzada en Sistemas de Telecomunicaciones, será al que se destine la mayoría de este presupuesto. Con el mismo se pretende “fomentar la innovación en la industria espacial europea para que las empresas puedan triunfar en el competitivo mercado mundial de los satélites de telecomunicaciones y sus aplicaciones”.

Este programa ya ha recibido 35 millones de euros para su primera fase. Ahora se iniciará la preparación para el desarrollo y validación de una constelación europea de satélites para la conectividad segura. La segunda fase, de 685 millones de euros, se confirmará en 2023.

El resto del dinero se destinará al programa Moonlightpara animar a las empresas espaciales europeas privadas a ofrecer un servicio de telecomunicaciones y navegación lunar mediante la colocación de una constelación de satélites alrededor de la Luna”, y el nuevo programa Seguridad Civil desde el Espacio, que: “Comprende una respuesta rápida y resistente basada en el espacio para la gestión de crisis en tiempo real al servicio de los ciudadanos europeos”.

El presupuesto para la navegación ha aumentado hasta los 351 millones de euros para trabajar en el programa FutureNAV, que, basado en las experiencias con Galileo y el Servicio Europeo de Navegación Geoestacionaria para la Comisión Europea, permitirá a la ESA responder a las tendencias futuras y a las necesidades de la navegación por satélite en el campo del posicionamiento, la navegación y la temporización.

Los primeros pasos incluyen la demostración de los satélites en órbita baja de la Tierra y una misión de un solo satélite denominada Genesis “para alcanzar mediciones sin precedentes de la Tierra y mejorar el rendimiento del posicionamiento”.

El programa de seguridad espacial recibirá otros 731 millones, según han aprobado los ministros. Estos euros permitirá intensificar los esfuerzos para proteger a la Tierra de los peligros originados en el espacio mediante misiones como Vigil para vigilar la actividad del Sol; la sonda Hera que realizará un estudio detallado tras el impacto del asteroide Dimorphos; y la primera retirada de un elemento de la basura espacial de la órbita, prevista para 2026.

Como parte del mismo, se pondrá en marcha los que desde la ESA definen como “un nuevo y valioso mercado de servicios en órbita”, y se desarrollarán tecnologías “que contribuyan a garantizar una economía sostenible y circular en el espacio”.

Los ministros también han aprobado en esta reunión aumentar el presupuesto para el transporte espacial hasta los 2.800 millones de euros. Esto permitirá trabajar en los lanzadores Ariane 6 y Vega-C, y completar el desarrollo del Space Rider, lanzador reutilizable que puede permanecer en la órbita baja de la Tierra durante más de dos meses. Otro objetivo es eliminar el carbono en la producción de hidrógeno para 2030, para lo que se desarrollará un sistema de hidrógeno verde para alimentar los lanzadores Ariane en Kourou (Guayana Francesa). Todo ello mientras se trabaja en el desarrollo de un cápsula espacial para el transporte de astronautas y se incrementa el programa Boost! para ayudar a los emprendedores espaciales a convertir sus proyectos de transporte espacial en una realidad comercial. Por último, el presupuesto de la ESA para tecnología ha aumentado hasta los 542 millones de euros. Los ministros han decidido poner en marcha un nuevo programa de la ESA denominado ScaleUp para apoyar la comercialización del espacio y el desarrollo de un nuevo ecosistema espacial en Europa. En el mismo, la ESA colaborará con las empresas espaciales europeas para llevar las nuevas tecnologías a la fase en que estén listas para el espacio y el mercado abierto a través de la filosofía de «desarrollar, fabricar y volar«. Ello incluye invertir por parte de la ESA en nuevas infraestructuras multimisión y en capacidades del segmento terrestre de próxima generación desarrolladas por la industria europea para reforzar su independencia para volar todo tipo de misiones. Finalmente, otro de los objetivos de ScaleUp, es tratar de convertir a Europa en un centro de comercialización espacial “proporcionando servicios de incubación de empresas, aceleración de negocios, propiedad intelectual y transferencia de tecnología a las nuevas empresas, garantizando al mismo tiempo que las ideas de negocio escalen en nuevos mercados y atraigan la inversión privada e institucional”.