Las empresas españolas hoy son capaces de desarrollar e integrar sistemas completos como demuestran las misiones SMOS, Ingenio o CHEOPS o el contrato del sistema de control de tierra del sistema Galileo de la UE.
El Director General del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Javier Ponce, comparte, en una entrevista ofrecida a TEDAE con motivo del Congreso del Espacio, el papel actual que desempeña el CDTI en la industria espacial, la posición de España a nivel internacional, las fortalezas del sector y los retos por asumir, poniendo en valor un futuro prometedor a medio plazo.
P: Bajo las directrices del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ¿Qué papel desempeña CDTI en la industria espacial española?
Javier Ponce: Conociendo la vocación del CDTI de fomentar la participación de la industria española en las iniciativas internacionales de I+D+i, es fácil comprender el interés del Centro en el espacio: un sector intensivo en I+D (más del 10% de la facturación se reinvierte en este tipo de actividad), con una productividad muy por encima de la media española y un marcado carácter exportador (cerca del 80% de la facturación total).
Por otra parte, el CDTI ha formado parte de la Delegación Española en la Agencia Espacial Europea desde sus orígenes y en la actualidad cuenta con la línea presupuestaria dedicada a la ESA. El CDTI además representa y gestiona, en coordinación con otros agentes de la Administración, la participación industrial española en otros muchos foros de espacio; lidera la participación española en iniciativas tan relevantes como el programa SST (Space Surveillance and Tracking) de la UE y cuenta con acuerdos de cooperación bilateral con otras grandes agencias espaciales como la NASA o el CNES.
Desde esta posición nuclear, nuestro objetivo ha sido siempre capacitar tecnológicamente a la industria nacional; promover y facilitar su participación en los grandes programas; y tratar de poner a su disposición todas las herramientas para alcanzar la excelencia y asumir cada vez un rol de más alto nivel, llegando a integrar satélites y sistemas terrenos completos.
P: En este sector, y con respecto al resto de países de la Unión Europea, ¿cómo está posicionada España en materia de innovación tecnológica?
Javier Ponce: Desde sus orígenes con la participación en la misión Apolo XI de la NASA, de la que justo este año se celebra el 50º aniversario, las empresas y centros de investigación españoles han ido subiendo en la cadena de valor de los programas espaciales.
Las empresas españolas hoy son capaces de desarrollar e integrar sistemas completos como demuestran las misiones SMOS, Ingenio o CHEOPS o el contrato del sistema de control de tierra del sistema Galileo de la UE.
Las empresas españolas son hoy una referencia en casi todas las áreas de espacio, como demuestra la contratación que, lograda a lo largo de los últimos años, ha seguido creciendo incluso en el periodo de crisis y de reducción de la inversión pública.
La diversidad de actividades y áreas en las que trabajan las empresas españolas (observación de la Tierra, lanzadores, ciencia, telecomunicaciones, …) no sólo no ha supuesto una diversificación excesiva de la actividad, sino que ha servido para consolidar su capacidad de innovación y para un intercambio de ideas que ha multiplicado las capacidades adquiridas.
P: ¿Existe un número destacado de pymes y startups dedicadas al espacio en España?; ¿Qué son las pymes intensivas en I+D+I y cómo pueden acogerse a vuestros programas de ayudas?
Javier Ponce: Las PYMEs y los startups son un elemento clave en el proceso de investigación, desarrollo e innovación, tanto que no concibe un tejido industrial exitoso sin su contribución. Su estructura, costes, flexibilidad y empuje son indispensable para la consecución de logros en el I+D+i y de hecho suponen una parte muy relevante de dichas actividades industriales.
La participación de las PYMES y startups españolas en el sector espacial están en el entorno del 5%, en la media de los Estados Miembros de la ESA. No obstante, es evidente que existen barreras de entrada y dificultades específicas del sector que dificultan el que las pequeñas y medianas empresas puedan desarrollar todo su potencial en el dominio espacial.
El CDTI en el entorno de la ESA está apoyando toda una batería de medidas encaminadas a facilitar la integración de las PYMEs y de las startups en las actividades de espacio. Ejemplos de estas medidas son el pago adelantado de hasta el 20% del total de contrato, la obligación de mantener un flujo de caja positivo para la PYME o la simplificación de los procesos de contratación y la implementación de modelos de contratos estándar.
En relación a las herramientas, desde el CDTI tratamos de potenciar la participación de las PYMEs a través de programas específicos de espacio como pueden ser los procesos de habilitación de los programas de la ESA como GSTP, ARTES, INCUBED o NAVISP; por medio de iniciativas como los BICs (Bussiness Incuvation Centres) gestionados en cooperación con la ESA y las Comunidades Autónomas; por medio de las ayudas disponibles en el entorno UE, con especial mención al Programa Marco de espacio; y por supuesto con las herramientas generales con que cuenta CDTI, que sin estar específicamente diseñada para un sector particular, complementan a la perfección las oportunidades existentes en la ESA y la UE.
P: Si hablamos de proyectos enmarcados dentro del sector espacial, ¿Qué características o requisitos son las más valorados a la hora de conceder subvenciones?
Javier Ponce: Ante todo, me gustaría indicar que en el sector espacial la mayor parte de las actividades, y entre ellas las de la ESA, no se gestionan por medio de subvenciones, sino de contratos para el desarrollo de proyectos.
No obstante, sí que es cierto que existen entornos como el Programa Marco, que sí que trabaja con subvenciones y que en los procesos de habilitación para programas de desarrollo tecnológicos de la ESA que mencionaba anteriormente y en las herramientas de financiación del CDTI, se llevan a cabo evaluaciones muy similares a las de las convocatorias para subvenciones.
A este respecto, entre los criterios de evaluación se pone especial foco en el factor de innovación tecnológico de la propuesta frente al riesgo asociado a la misma; en el factor multiplicador o rendimiento que la inversión pública puede producir – con especial atención a su aplicación en los programas comerciales y a los programas operacionales de la UE o EUMETSAT – o en la cuota de mercado a la que dicha actividad permitirá acceder. En el caso de la ESA se tiene asimismo muy en cuenta el valor añadido de desarrollar dicha a actividad en ese marco frente a otras opciones.
P: A nivel España, ¿cuáles son nuestras fortalezas como potencia en la industria espacial? ¿En qué debemos trabajar por reforzar nuestra presencia?
Javier Ponce: El tejido industrial espacial español está entre los más punteros de Europa y cuenta con todo un abanico de capacidades que van desde el desarrollo y fabricación de componentes en el estado del arte hasta el diseño y producción de equipos y sistemas críticos. Todos estos elementos se encuentran en la actualidad volando en múltiples misiones.
La industria española que trabaja en el espacio tiene una estructura equilibrada entre grandes empresas y PYMEs; entre filiales de los grandes grupos europeos y empresas independientes (muchas multinacionales) y entre las distintas áreas de actividad (segmento vuelo, terreno, lanzadores, aplicaciones, …)
Finalmente me gustaría destacar que la industria española posee hoy un gran prestigio asociado a su excelencia técnica, su flexibilidad para adaptarse a los cambios que siempre surgen en el desarrollo de programas tan complejos como los espaciales y una altísima eficiencia de costes.
Entre las asignaturas pendientes podría quizá señalar la necesidad de lograr “campeones nacionales” que tengan un mejor acceso a los grandes contratos como los que licita la UE, un entorno en el que hemos tradicionalmente encontrado dificultades. Ya hemos dado importantes pasos como el contrato de evolución del Centro de Control del Programa Galileo, pero nos queda todavía trabajo por hacer a ese respecto.
En la parte de la Administración sería deseable lograr una mayor estabilidad presupuestaria y de gestión en un sector que, por su propia esencia, tiene de forma similar al de defensa, una importante dependencia de la inversión pública.
P: ¿Cuáles son los proyectos más punteros que tenéis en el sector espacial?
Javier Ponce: Como comentaba, España está hoy en la vanguardia de las actividades espaciales europeas y mundiales. Por este motivo no me resulta sencillo elegir unos proyectos determinados frente a otros.
En todo caso, por la cercanía con su lanzamiento y por ser un buque insignia del crecimiento de la industria española, no puedo por menos que mencionar el satélite INGENIO. Por un motivo similar – se lanzará en el último trimestre de este año – y por ser consecuencia directa de la capacitación lograda con INGENIO, me gustaría mencionar la misión científica de la ESA CHEOPS, que lidera la industria española. Otro caso de éxito sería la misión tecnológica PROBA-3, que también lidera España y que permitirá medir la corona solar y probar tecnologías de vuelo en formación. Otros ejemplos igualmente válidos sería el desarrollo del sistema de comunicación del satélite Spainsat-NG que dará servicio al Ministerio de Defensa, o los subsistemas y equipos que volarán en misiones como Euclid o en los nuevos lanzadores europeos.
Otro buen ejemplo sería el instrumento MEDA, recientemente entregado a la NASA para su integración en el próximo rover que se enviará a Marte.
Finalmente creo que es importante destacar lo activas que son las empresas españolas en el denominado “new space”, lo que permite augurar un futuro prometedor en el nuevo paradigma del espacio que ya está aquí.
P: Por último, según vuestra experiencia, ¿qué proyección consideráis que tiene España a medio plazo en el sector espacial?
Javier Ponce: Sin ánimo de repetirme y a modo de conclusión, creo que la industria española y la comunidad científica nacional tienen un futuro cercano y en el medio plazo altamente prometedor. Sus capacidades tecnológicas y científicas, su competitividad y reconocido prestigio me permiten aventurarme a prever un futuro de éxitos.
El reciente aumento del techo del gasto aprobado por el Consejo de Ministros (un 30%) en la contribución española a la ESA es un hito clave en la consolidación y crecimiento de lo logrado. Algo similar ocurre con la nueva propuesta del programa espacial de la UE que ascenderá a 16.000 millones de euros.
Pero no podemos dormirnos en los laureles y es necesario seguir trabajando juntos y logrando la consecución de nuevos éxitos. Entre ellos dar continuidad a programas como INGENIO o potenciar las exitosas cooperaciones internacionales como las que se han mantenido con la NASA.
CONGRESO DEL ESPACIO – OCTUBRE 2019
Madrid acogerá los días 9 y 10 de octubre el Congreso del Espacio, que contará con el Rey Felipe VI como presidente de Comité de Honor.
El evento tiene como objetivo mostrar las capacidades y logros alcanzados por el sector, e identificar bajo una visión común las metas y desafíos a los que hacer frente los próximos años. Durante las dos jornadas se abordarán temas como la exploración del cosmos, la navegación por satélite, la observación de la tierra, o el papel de la industria espacial en la sociedad digital y las comunicaciones, así como en materia de defensa y seguridad.
Entre los participantes destacados están convocados profesionales pertenecientes a las empresas, instituciones y organizaciones más relevantes del sector a nivel nacional y europeo, entre ellos, Johanne-Dietrich Wörner, director general de la ESA; Pierre Delsaux, director general adjunto de la Dirección General de Crecimiento (DG GROW) de la Comisión Europea; Rafael Rodrigo Montero, secretario general de Coordinación de Política Científica, Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades; y Jaime de Rábago, presidente de TEDAE.
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