Por primera vez una empresa española lidera el desarrollo completo de una misión de la Agencia Espacial Europea.
El programa Proba-3, liderado por Sener Aeroespacial y Defensa, principal contratista del proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha coronado un importante hito al completar todas las actividades de integración y pruebas previstas antes del inicio de la campaña de pruebas ambientales de ambos satélites.
Proba-3 aspira a lograr, por primera vez, un vuelo en formación de alta precisión entre dos plataformas en el espacio y demostrar la viabilidad de una tecnología que, en el futuro, podría utilizarse para sustituir estructuras voluminosas (como telescopios) por pequeñas plataformas independientes, señalan desde Sener. Estas últimas resultan más fáciles de lanzar al espacio y se pueden combinar entre sí para formar grandes ensamblajes que operen como una misma entidad, consiguiendo un rendimiento equivalente.
El principal objetivo de esta misión es que dols satélites, bautizados Occulter y Coronagraph, vuelen a una distancia de unos 150 metros. El primero servirá para proyectar una sombra sobre el segundo, creando un eclipse artificial del Sol, de tal forma que el segundo pueda tomar imágenes de su corona para realizar observaciones científicas. Estas se epsera que permitirán conseguir un rendimiento sin precedentes en el campo de la coronografía y, por tanto, aportará resultados científicos de gran valor.
El diseño y la fabricación en paralelo de dos naves espaciales, el desarrollo de tecnologías de vuelo en formación de vanguardia, el alto grado de autonomía implementado en los algoritmos de a bordo y las operaciones relacionadas, y la necesidad de coordinar las maniobras de forma segura entre dos plataformas que se mueven muy cerca una de la otra en el espacio, son solo algunos de los retos que hacen que la misión se considere especialmente ambiciosa.
El lanzamiento de los satélites Proba-3 tendrá lugar a principios de 2024 (incialmente se había previsto para este 2023).
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