La Agencia Espacial recién creada por Luxemburgo no está orientada a enviar astronautas a Marte o a realizar investigaciones científicas sino a potenciar los negocios
El gobierno del Gran Ducado de Luxemburgo acaba de establecer su propia agencia espacial, cuyo acrónimo es LSA (Luxembourg Space Agency). La ceremonia oficial de presentación tuvo lugar el 12 de septiembre y corrió a cargo de Étienne Schneider, viceprimer ministro y también ministro de Economía del pequeño pero financieramente poderoso país centroeuropeo.
La LSA es una institución singular que, a diferencia de las importantes agencias espaciales del resto de países europeos y de la mayor parte del mundo, su finalidad no pretender ser la de enviar astronautas a la Luna o Marte, tampoco llevar a cabo investigaciones científicas en órbita, ni mucho menos contribuir a la exploración científica del cosmos mediante satélites o sondas científicas.
Según ha declarado el viceprimer ministro Schneider, su razón de ser es la de “fomentar la colaboración entre los principales actores de la industria espacial para acelerar el surgimiento de negocios espaciales innovadores”. Para ello, el Gran Ducado va a atraer desde el punto de vista fiscal el asentamiento de empresas en su territorio, les va a proporcionar soluciones financieras innovadoras, a la vez que va a apoyar a la comunidad educativa y de investigación.
Como presidente consejero delegado de la LSA ha sido designado Marc Serres, un ingeniero de 46 años doctorado en optoelectrónica por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y alto funcionario de la administración luxemburguesa que, desde 2014, era el responsable de los asuntos espaciales en el ministerio de Economía.
A la espera de encontrar una sede apropiada para la nueva Agencia, por el momento Serres, su equipo de 13 ejecutivos y un reducido grupo de personal administrativo y auxiliar están instalados en la sede central del citado ministerio.
Para el gobierno liberal de centro-derecha de Luxemburgo y, en concreto, para su ministro de Economía, el hecho de abrir las puertas a la nueva economía espacial o “New Space” supone dar la bienvenida a nuevos actores —en su mayoría privados—, así como fomentar y ampliar los campos de aplicación de las tecnologías espaciales a otros sectores de la industria y la vida cotidiana de los ciudadanos.
Atraer empresas a Luxemburgo
“Lo que pretendemos ‒ha afirmado Schneider‒ es que las empresas acudan a Luxemburgo con sus propias ideas y luego ver a través de qué instrumentos podemos ayudarlas”.
En el horizonte de la nueva Agencia para los próximos 10 años se encuentra “aumentar la aportación del sector espacial comercial a la economía de Luxemburgo y pasar del actual 2% del PIB al entorno del 5%”, ha destacado Serres.
El hecho que el Gran Ducado haya decidido establecer una organización centrada en el concepto comercial bautizado “New Space” no es una sorpresa. El eje de la actividad espacial del pequeño país centroeuropeo está sustentado por la Sociedad Europea de Satélites o SES (Société Européenne des Satellites). Fundada en marzo de 1985 y con una flota de más de 50 satélites, SES es el mayor operador de satélites comerciales de comunicaciones a escala mundial.
La LSA se ha establecido cuando faltan escasas semanas para las elecciones generales en Luxemburgo, previstas para el próximo 14 de octubre. Según Schneider, de esta forma, “el nuevo gobierno, sea el que sea, tendrá que continuar apoyando la iniciativa”.
Situada entre Alemania, Francia y Bélgica y con una superficie que es algo más de la cuarta parte de la Comunidad de Madrid, Luxemburgo cuenta con un tejido industrial espacial constituido por una veintena de empresas.
Sin embargo, la ley aprobada en 2017 otorga autorizaciones para extraer recursos mineros de cuerpos celestes del cosmos a aquellas empresas afincadas en el país, además de proporcionar ventajas fiscales y ayudas a la inversión, todo lo cual estimula el asentamiento de emprendedores y la deslocalización de compañías hacía el pequeño país del Benelux.
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