POR JUAN PONS. MIRAS, una especie de pulpo de tres brazos fabricado íntegramente en España, verifica día tras día, tanto de día como de noche, las más leves variaciones de la salinidad de los mares y la humedad de los suelos, dos parámetros clave para obtener modelos más eficientes de predicción atmosférica, oceanográfica e hidrológica.
Es uno de los mayores programas desarrollados por la ESA y según los expertos, marcó uno de los hitos más significativos en la industria espacial española. Su nombre es MIRAS, y diez años atrás supuso un antes y un después para la industria espacial nacional. Fue la primera vez que España consiguió desarrollar un sistema espacial completo, lo que convierte a MIRAS en el programa de mayor envergadura científica, tecnológica e industrial desarrollado hasta la fecha en nuestro país para la ESA.
MIRAS es un radiómetro de apertura sintética que trabaja de forma ininterrumpida desde hace más de tres años en una órbita situada a 755 kilómetros de la Tierra. Viaja a bordo del satélite europeo SMOS, lanzado al espacio el 2 de noviembre de 2009. Su misión principal es el control de la salinidad de los mares y la humedad de la tierra.
Pero ¿Para qué sirve conocer la salinidad de las aguas y la humedad de las tierras? Lo que en un principio no fue más que una gran aventura científica, en breve permitirá, por ejemplo, determinar las mejores aguas para la pesca de altura y calcular los riesgos de los incendios forestales. Los datos adquiridos por MIRAS permiten vigilar el deterioro y el grosor de los hielos del Ártico y la Antártida y son “extremadamente útiles para identificar las migraciones de bancos de peces en busca de plancton”, subraya Nicolás Reul, investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Francia (IFREMER).
La epopeya de MIRAS comenzó en junio de 2004, cuando la ESA designó a la compañía española EADS CASA Espacio como contratista principal de MIRAS, y le asignó un contrato por valor de 61 millones de euros, de los que cerca de 33 millones fueron para suscribir contratos con otras firmas nacionales. Por ejemplo, INDRA asumió la dirección de un consorcio de empresas españolas para poner a punto el centro científico de recepción y explotación de datos, que está instalado en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), en Villanueva de la Cañada (Madrid).
CITA EN MADRID
Para hacer públicos los resultados del avanzado instrumento que es MIRAS, la semana pasada se desplazaron a Madrid dos “pesos pesados” de la Agencia Espacial Europea (ESA): el alemán Volker Liebig, director de Observación de la Tierra, y el español Álvaro Giménez, director de Ciencia y Robótica. Junto a ambos altos cargos de la Agencia europea estaban Antón Cuadrado, director general de EADS CASA Espacio, la firma española que lideró el proyecto; Fernando García Martínez-Peñalver, el nuevo director de Espacio y Telecomunicaciones de INDRA; y Pedro Mier, director general de Mier Comunicaciones, la empresa que desarrolló los sofisticados sensores LICEF que dan vida a MIRAS.
En el proyecto también trabajaron Alter Technology, Astrium CRISA, Elecnor-Deimos Space, IberEspacio, GMV, RYMSA y SENER. Según Antón Cuadrado, director general de EADS CASA Espacio, “me siento satisfecho de que MIRAS haya contribuido de forma significativa a que España haya logrado alcanzar un nivel de competencia espacial con capacidad para liderar actividades con reconocido prestigio internacional”.
TECNOLOGÍAS JAMÁS PROBADAS EN EL ESPACIO
Con un diámetro de 8 metros y una masa total del satélite de 350 kg, los 69 receptores LICEF que incorpora MIRAS detectan la radiación electromagnética que emite la Tierra.“Los LICEF supusieron un auténtico reto tecnológico, al tener que utilizar tecnologías jamás probadas en el entorno espacial”, asegura Pedro Mier, director general de Mier Comunicaciones. Los sensores ultrasensibles “chupan” de la Tierra los datos necesarios que han permitido elaborar el primer mapa mundial de salinidad de los mares y humedad terrestre, algo nunca logrado a escala planetaria.
El científico español Jordi Font, investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, junto con el profesor holandés Yann Kerr, presentaron en Madrid los citados mapas de salinidad y humedad de la Tierra, que los científicos europeos aplican en beneficio de la agricultura, el control de incendios, la delimitación de zonas de sequías y la supervisión del clima. La experiencia adquirida en la gestión y desarrollo de MIRAS han sido la base sobre la que se ha logrado abordar el desarrollo de “Ingenio” y “Paz”, los futuros satélites ópticos y radar de observación de la Tierra que serán puesto en órbita en los próximos años.
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