Ofrecido por Aertec Solutions. La historia de la aviación está ligada a la evolución de los motores. Cada nueva generación de aviones viene acompañada por otra de motores, que se diseñan y piensan para el uso específico que se dará a la aeronave.
En este post hacemos un repaso a los distintos tipos de propulsión que existen para aeronaves y naves espaciales. Un recorrido histórico por los motores que han ido apareciendo a lo largo de la historia de la aviación.
Se pueden realizar cuatro grandes categorías de tipos de propulsión: El motor de combustión interna; el motor a reacción; el motor cohete y otros nuevos tipos de propulsión que están apareciendo en el último siglo, impulsados por la necesidad de hacer más sostenible el sistema del transporte aéreo, y que tienen que energías alternativas a la de los combustibles fósiles.
El motor de combustión interna fue el «rey» hasta la II Guerra Mundial, con dos tipos principales, el motor de 2 tiempos y el de cuatro tiempos.
Sería durante la segunda gran guerra cuando empezó a desarrollarse el motor a reacción, que significó una nueva época en la historia de la aviación. El Heinkel He 178 fue el primer avión en el mundo que remontó el vuelo propulsado por un motor de reacción, un diseño estrictamente experimental de la firma alemana Heinkel, voló casi dos años antes que el Gloster E.28/39 británico, dando origen a una nueva etapa en el desarrollo de la aviación.
Otra de las consecuencias de las investigaciones iniciadas durante la II Guerra Mundial fue el desarrollo del motor cohete, que hizo posible la conquista del espacio, iniciando, una vez más, otra época histórica de la aeronáutica: la exploración espacial.
Por último, en los últimos años se han desarrollado otras alternativas»eco» a la propulsión convencional, investigando en sistemas eléctricos, de células de combustible, propulsión iónica o solar.
En la siguiente infografía, realizada por el equipo de Aertec Solutions, se explica el funcionamiento de cada tipo de motor.
PINCHA EN LA IMAGEN PARA VER LA INFOGRAFÍA COMPLETA.
Añadir comentario