Con solo unas horas, Boeing celebró el final de las reparaciones de los fuselajes de los B-787, y descubrió fisuras en los de los KC-46.
El último de los 122 Boeing 787 afectados por uno de los problemas de producción del modelo, el referido a espaciadores en las secciones del fuselaje, abandonó el hangar de modificación la pasada semana.
Este problema fue detectado en 2020 durante la revisión de un avión antes de su entrega, y para su solución ha sido necesario desmontar y volver a montar las secciones afectadas de tal forma que las tolerancias estén dentro de las marcadas por Boeing. Según se anunció en su momento, el espaciado estaba fuera de límites, pero no suponía el peligro de que pudiese causar un fallo estructural.
Con el anuncio del final de estos trabajos, Stephanie Page, presidente y consejera delegada de Boeing Commercial Airplanes señaló que esperan entregar estos aviones a lo largo de 2025 y 2026, y que el personal encargado de estos trabajos pasará ahora, en su mayoría, al programa B-777X para completar unos 30 aviones que han salido de la cadena de producción en los últimos años a falta de diversos componentes.
Aun con esta buena noticia, Boeing sigue teniendo problemas en la producción del modelo, siendo los asientos para los pasajeros uno de los principales actualmente, ya que desde hace años, como pasa con los motores para la familia A320 por ejemplo, los fabricantes están sobrepasados por la demanda y no consiguen entregar los suficientes asientos, especialmente de primera y ejecutiva.
AHORA EL KC-46A

Como decimos, casi al mismo tiempo que ese último B-787 salía del hangar de modificación, se anunciaba que se habían encontrado fisuras en los fuselajes de dos cisternas KC-46A de la USAF que estaban a punto de ser entregados.
Tras esto, Boeing decidió paralizar todas las entregas para revisar los aviones todavía en sus instalaciones, y ordenó la revisión de los 89 KC-46A ya entregados a la USAF, y es de suponer, si bien no se ha especificado, que también los dos entregados a la Fuerza Aérea de Japón.
Aunque no se ha señalado los lugares exactos donde se han encontrado estas grietas, si se ha indicado que ha sido tanto en zonas de la estructura primaria como secundaria de los aviones. Ahora Boeing deberá analizar el por qué han aparecido estas, y diseñar los correspondientes procesos de reparación y producción para eliminarlas, lo que puede suponer varios meses; y una vez aprobados comenzar los trabajos de reparación.
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