Boeing ha anunciado la dimisión de su consejero delegado tras decidir el consejo de la compañía la necesidad de un cambio de liderazgo para lograr que el B-737 MAX vuelva a volar.
Poco más de dos meses después de que el consejo de dirección de Boeing decidiese que Dennis A. Muilenburg dejase de ser presidente del mismo para centrarse, como consejero delegado (cargo que también ocupaba) en lograr que el Boeing 737 MAX volviese a volar, el mismo consejo ha decidido que Muilenburg abandonase la compañía con efecto inmediato aceptando su “dimisión” de todos sus cargos.
La necesidad de un “nuevo liderazgo para traer un compromiso renovado a la transparencia y una mejor comunicación con los reguladores y los clientes para devolver de forma segura el 737 MAX al servicio” es la principal razón dada desde Boeing para este cambio.
En lugar de Muilenburg se ha nombrado a David L. Calhoun, que había sido nombrado presidente en lugar de Muilenburg en octubre asumirá el resto de los cargos que este ocupaba desde el 13 de enero. Desde el 23 de diciembre a ese 13 de enero Greg Smith, director financiero de Boeing ocupará el puesto de consejero delegado de forma interina.
La junta directiva ha agradecido a Calhoun que haya aceptado dirigir Boeing “en esta coyuntura crítica” y no ha dedicado una sola palabra a Muilenburg.
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