Los resultados económicos de Boeing mejoran en el primer trimestre de 2024, pero la compañía sigue muy lejos de la rentabilidad por sus problemas de calidad de producción.
Boeing perdió 355 millones de dólares en el primer trimestre de 2024, 70 millones menos que el mismo trimestre de 2023 mientras que sus ingresos en el período descendieron un 8 por ciento, de 17.921 millones a 16.569 millones, todo ello como consecuencia, principalmente de los nuevos problemas del Boeing 737 MAX tras el accidente de Alaska Airlines y los problemas de calidad de producción detectados a continuación.
Durante el trimestre Boeing tuvo un flujo de caja de operaciones negativo de 3.362 millones de dólares, más de 10 veces los 318 millones de un año antes.
Sin embargo, la cartera de pedidos sin entregar creció al final del trimestre hasta los 529.000 millones de dólares, que incluye más de 5.600 aviones comerciales. Al final del primer trimestre de 2023 dicha cartera sumaba 411.000 millones y algo más de 4.500 aviones comerciales.
Dave Calhoun, todavía presidente de Boeing ha comentado sobre esta situación: “Nos tomaremos el tiempo necesario para reforzar nuestros sistemas de gestión de la calidad y la seguridad, y este trabajo nos posicionará para un futuro más sólido y estable”.
La división de aviones comerciales entregó 83 aviones frente a 130 un año antes, valorados en 4.653 millones de dólares, frente a 6.704 millones del primer trimestre de 2023. La división perdió 1.143 millones de dólares, casi el doble de un año antes (615 millones de dólares).
Defensa y Seguridad aumentó sus ingresos un 6 por ciento hasta los 6.950 millones de dólares y ganó 151 millones de dólares (frente a unas pérdidas de 212 millones en el mismo período de 2023. Todo ello con un cargo extraordinario de 222 millones de dólares “en ciertos programas de desarrollo de precio fijo”. Su cartera de pedidos al final de los tres primeros meses de 2024 era de 61.000 millones de dólares, un 31 por ciento de ellos de programas de exportación.
Servicios globales por su parte incrementó sus ingresos hasta los 5.045 millones de dólares, un 7 por ciento y ganó 916 millones, un 8 por ciento más que un año antes.
En su ya habitual carta a los empleados por parte de Calhoun, este les ha explicado que: “Aunque hoy comunicamos los resultados financieros del primer trimestre, nuestra atención sigue centrada en las medidas radicales que estamos adoptando tras el accidente del vuelo 1282 de Alaska Airlines.
Esto comenzó con la asunción de responsabilidades y el apoyo inmediato y transparente a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte en su investigación y a la Administración Federal de Aviación en sus acciones de auditoría y supervisión. Ayudamos a nuestros clientes a volver a poner en servicio sus aviones de forma segura y, al mismo tiempo, adoptamos medidas significativas para reforzar la calidad y la seguridad.
Y lo que es más importante, la base de nuestro trabajo es escuchar a nuestra gente. Desde el 5 de enero, más de 70.000 de ustedes han participado en paradas de seguridad -reuniones con todos los empleados para hablar de la seguridad de producción que suponen interrumpir los trabajos en la planta correspondiente- en más de una docena de centros de Boeing. De ellos, hemos recibido más de 30.000 ideas sobre cómo podemos mejorar. Y este año, hemos visto un aumento de más del 500 por ciento en las propuestas de los empleados en `opina´ en comparación con 2023. Estamos tomando todas las ideas recogidas y dándoles prioridad para seguir mejorando nuestras disciplinas de fábrica y los estándares generales de calidad. Nuestra gente sabe mejor que nadie las medidas que debemos tomar para mejorar, y estamos escuchando sus comentarios y actuando en consecuencia”.
Calhoun ha señalado que se siguen haciendo progresos significativos para mejorar la calidad de producción y que: “Estamos aprovechando este periodo, por difícil que sea, para ralentizar deliberadamente el sistema, estabilizar la cadena de suministro, fortificar las operaciones de nuestras fábricas y posicionar a Boeing para suministrar con la previsibilidad y calidad que exigen nuestros clientes a largo plazo. A medida que estos esfuerzos comienzan a afianzarse, estamos viendo los primeros signos de tiempos de ciclo más predecibles, estables y eficientes en nuestra fábrica de 737, y esperamos que esto continúe mejorando lentamente”.
Sin olvidar los difíciles tiempos que están pasando, con una reducción de las entregas, “pero la seguridad y la calidad deben estar y estarán por encima de todo. Estamos absolutamente comprometidos a hacer todo lo posible para que nuestros reguladores, clientes, empleados y el público en general confíen al cien por ciento en Boeing. Aunque he comunicado mis planes de dimitir como consejero delegado a finales de este año, me centraré cada día en cumplir este compromiso. Tenemos mucho trabajo por delante, pero seguimos confiando plenamente en nuestro futuro”.
También hizo referencia al próximo vuelo tripulado de la cápsula Starliner: “Nuestros hombres y mujeres de uniforme confían en Boeing cuando más importa, y dependen de nuestros productos para volver a casa sanos y salvos cada día. El mes que viene enviaremos astronautas a la estación espacial y los devolveremos sanos y salvos a la Tierra en nuestra cápsula espacial Starliner”.
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