Rolls-Royce y easyJet siguen avanzando en su programa de investigación sobre el hidrógeno aplicado a la aviación.
Rolls-Royce y easyJet siguen avanzando en su programa para el desarrollo de una tecnología de motores de combustión de hidrógeno capaz de propulsar aviones, incluidos los del segmento de mercado de fuselaje estrecho, a partir de mediados del 2030. Rolls-Royce ha iniciado una nueva serie de pruebas de sistemas de bombeo criogénico de hidrógeno líquido para uso aeroespacial en Solihull (Reino Unido).
En ellas se abordará el importante reto de ingeniería que supone tomar hidrógeno líquido a baja presión, refrigerado por debajo de -250 °C, y presurizarlo de modo que pueda bombearse a un motor para su combustión.
Rolls-Royce ha identificado tres retos tecnológicos en el camino hacia la utilización del hidrógeno en la aviación: la combustión, el suministro y la integración de los sistemas de combustible en el motor.
Las pruebas de Solihull, que inicialmente se han centrado en enfriar la bomba y comprender su comportamiento en condiciones criogénicas, marcan el inicio de la comprensión del elemento de suministro de combustible.
El programa de pruebas respalda un objetivo a largo plazo de Rolls-Royce y easyJet: realizar una prueba completa en tierra con hidrógeno gaseoso en un motor Pearl.
Las pruebas de investigación de la bomba reciben apoyo financiero del Instituto de Tecnología Aeroespacial del Gobierno británico, mientras que el programa más amplio de pruebas de hidrógeno recibe financiación de easyJet.
Jane Ashton, Directora de Sostenibilidad de easyJet, señala: «El hidrógeno será un componente clave para ayudar a la aviación de corto radio a descarbonizar sus operaciones, por lo que acogemos con satisfacción los continuos avances en el programa de pruebas de Rolls-Royce. Estamos deseando seguir trabajando con ellos para desarrollar estas nuevas tecnologías que tienen el potencial de revolucionar la aviación.»
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