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Centenario del primer vuelo trasatlántico este-oeste

El R34 fotografiado en Mineola el 6 de junio de 1919 tras su vuelo intercontinental.
El R34 fotografiado en Mineola el 6 de junio de 1919 tras su vuelo intercontinental.

Se cumplen 100 años de la primera aeronave que logró cruzar el Atlántico sin escalas y en ambos sentidos.

Pocas semanas después de que John Alcock y Arthur Whitten Brown lograsen completar primer cruce del Atlántico en un avión, los británicos volvieron a hacer historia cruzandolo, esta vez de este a oeste, y vuelta.

El 2 de julio de 1919 el dirigible R34 comenzaba una aventura que duraría 108 horas y le llevaría desde East Yorkshire (condado situado al norte de la desembocadura del río Humber, y al este de la ciudad de Leeds en Gran Bretaña) hasta Mineola (Long Island, Nueva York, Estados Unidos). Este fue el primer cruce este a oeste sin escalas de la historia. El R-34 llegó a su destino, prácticamente sin combustible. El viaje de vuelta se realizó del 10 al 13 de julio. El viaje duró 78 horas, y completó el primer retorno.

A final de la Primera Guerra Mundial, Reino Unido construyó una serie de dirigibles rígidos, comparables a los alemanes. La serie R33 y R34, muy superior a la anterior clase R31, se basaban en el pormenorizado estudio que los británicos realizaron del dirigible matriculado L33 (tipo LZ.76) alemán. Este se vio obligado a aterrizar a unos 11 km de Colchester por las averías sufridas por numerosos impactos de artillería anti aérea y de varios cazas, el 24 de septiembre de 1916. Su tripulación fue hecha prisionera tras incendiar el dirigible. Sin embargo, los modelos británicos no estuvieron listos hasta después de la guerra.

El R34 voló por primera vez en marzo de 1919, y el vuelo trasatlántico comenzó a preparase poco después en mayo, después de un vuelo de larga duración, 56 horas, sobre el Báltico. El mayor George Scott estaba al mando, e incorporaba una tripulación de 31 personas en total, que incluía al general Edward Maitland, y al representante estadounidense Zachary Lansdowne. Curiosamente, un tripulante que tenía que haberse quedado en tierra apareció a bordo, junto a su mascota, en la primera noche de viaje.

Otra curiosidad es que, ante la falta de experiencia de los norteamericanos para manejar dirigibles de un tamaño tan grande, el mayor Pritchard saltó en paracaídas, con el fin de dirigir las operaciones de amarraje. Pritchard se convirtió así en el primer europeo que llegó por aire a Estados Unidos.

El R34 tenía una longitud de 195 metros, con un diámetro de 24 metros. Almacenaba 55.000 metros cúbicos de hidrógeno, lo que le daba una capacidad de elevar hasta 26 toneladas de carga. Estaba impulsado por 5 motores Sunbeam Maori de 275 caballos de potencia.

Este tipo se aeronave era muy frágil frente a los vientos fuertes. De hecho el R34 fue afectado a finales de enero de 1921 por una meteorología adversa, que le hizo perder dos motores. Los fuertes vientos no permitieron su entrada en el hangar, y durante la noche recibió más daños, que se consideraron irreparables. El dirigible su retiró y fue achatarrado.

Por su parte, el R33 tuvo una interesante historia. Fue desmilitarizado en 1921, y se dedico a diversos experimentos, entre los que estuvo el primer lanzamiento de un avión parásito desde el dirigible, utilizando un DeHavilland 53 Hummingbird. Posteriormente también realizó experimentos con aviones más grandes, dos Gloster Grebe, que pesaban más de una tonelada cada uno. Fue dado de baja en 1928.