El fabricante francoitaliano ATR ha pasado en 2020 su peor año con unas cifras desastrosas de ventas y entregas.
ATR vendió seis aviones en 2020 y entregó 10 frente a 79 ventas y 68 entregas en 2020, y 52 ventas y 76 entregas en 2019. También sumó 7 cancelaciones en 2020.
Entre las entregas estuvieron dos ATR 72 a Binter Canarias, los dos primeros ATR 72F y un solo ATR 42.
Además ATR vendió 15 aviones de segunda mano, y según sus datos, nueve aerolíneas comenzaron a usar sus aviones en 2020 y se abrieron 84 nuevas rutas operadas con ATR42 y ATR 72.
Con estas cifras, ATR perdió 138 millones de euros mientras que en 2019 ganó algo más de 100 millones.
Con todo, Stefano Bortoli, presidente de ATR se ha mostrado optimista, dentro de la lenta recuperación que se está viendo en el transporte aéreo. Para afianzar la posición de ATR Bortoli ha anunciado que seguirán con sus planes continuos de mejora de los aviones, “para mejorar la eficiencia operativa y reducir los costos de mantenimiento a través de actualizaciones del sistema y aviónica de última generación, manteniendo la ventaja competitiva y ambiental que ofrecemos a nuestros clientes”. Así, ha descartado el lanzamiento de un nuevo avión. De hecho, sobre el posible avión turbohélice que Airbus ha planteado en su triada de aeronaves que usen hidrógeno como combustible, ha desechado la posible participación de ATR.
No olvidemos que ATR es propiedad al 50 por ciento de Airbus y Leonardo, por lo que la empresa italiana tendría que aceptar el proyecto de Airbus, y encargarse del 50 por ciento del mismo. Algo que a día de hoy parece muy lejos de que sea algo realizable.
Bortoli también confía en la versión carguera del ATR 72 dado el auge de la carga, en el que se espera que se doble la capacidad en los próximos 20 años; y en el ATR 42-600 STOL, que permite operar desde pistas de tan solo entre 800 y 1.000 metros de largo.
ATR estima en unos 900 aviones regionales turbohélices los que deberán ser sustituidos en los próximos años, “y un avión más sostenible, rentable y moderno como el ATR puede garantizar la rentabilidad de sus operadores”, ha señalado Bortoli.
Por otra parte, De Havilland Canada, que en 2020 entregó 11 Q400, un avión más que ATR, ha decidido parar la producción del modelo. A 1 de enero de 2021 solo restaban 17 unidades de este avión por entregarse, y De Havilland Canada (cuya matriz, Viking Air compró los derechos del modelo a Bombardier en 2018) no está dispuesta a producir “colas blancas” (aviones sin comprador) una vez salgan de la cadena de montaje esos 17 aviones.
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