Organizada por la Real Academia de Ingenería con la colaboración de la Sociedad Aeronaútica Española (SAE), la conferencia «La ingenería en los aeropuertos: avances presentes y futuros» contó con un absoluto lleno.
Celebrada en la sede de la Real Academia de Ingeniería, y con la colabroación de la Sociedad Aeronaútica Española (SAE), esta conferencia contó con las palabras de apertura del presidente de la Academia, Elías Fereres, de Alejandro Ibrahim, doctor ingenerio aeronáutico e impulsor de esta conferencia y de Manuel Hita, presidente de la SAE.
José Manuel Hesse, director de Medio Ambiente de AENA fue el primero en hablar sobre el desarrollo de los aeropuertos en los últimos años y hacia donde se quiere ir. En convertir a estos en un lugar donde el pasajero quiera pasar unas horas en lugar de tener que sufrirlos durante unas horas. De hacer su experiencia mucho más agradable y donde se eliminen los procesos que hoy muchos pasajeros consideran traúmáticos, como son por ejemplo los controles de seguridad, convirtiéndo a estos en algo que localice adecuadamente las posibles amenazas, pero que el pasajero normal casi no note su existencia.
Cómo deberán transformase las terminales, hoy diseñadas para el proceso de facturación pero que en el futuro deberían serlo para ser unos integradores de servicios para los pasajeros.
Tras José Manuel Hesse, tomó la palabra Antonio Lamela, arquitecto y diseñador de la T4 del aeropuerto de Madrid Barajas.
Lamela comenzó contando sus primeras experiencias aeronaúticas; cuando su padre le llevó a ver «una máquina que vuela» y su primer vuelo como pasajero. Acto seguido explicó como fué el trabajo para la T4, centrándose principalmente en los problemas que tuvieron para poder concurrir a la segunda fase del proceso: la construcción de los edificios. La bases exigían una experiencia en la construcción de un gran aeropuerto, y ese no era el caso de su estudio. Finalmente, casi cuando se cerraba el plazo lograron un socio que la aportara. Hasta ese momento, todo el mundo afirmaba que era imposible hacer la obra en fecha y en presupuesto.
Lamela terminó su exposición con puntos como el por qué de los colores de las vigas del aeropuerto, y de algunos aspectos técnicos del diséño, como por ejemplo el motivo por el cual la terminal no sufrió daños significativos cuando el atentado de ETA y la bomba que explotó en el aparcamiento, dado que la estructura se hizo pensando precisamente en algo similar: que se pudiese producir una explosión en el lado aire por algún accidente en un avión o el el sistema de suministro de combustible a los mismos.
Nerea Torres, directora de Aeropuertos de Siemens presentó las grandes cifras de su empresa y habló de las diferentes soluciones que ofrece su empresa para los aeropuertos. Desde el suministro de energía para vehículos eléctricos, pasando por sistemas de seguridad y terminar con los de ayuda ala nevegación aérea.
Añadir comentario