A la segunda fue la definitiva, la cápsula Boeing CST-100 Starliner se acopló a la ISS a las 02:28 hora española del 21 de mayo.
Tras casi 24 horas de vuelo, con una serie de maniobras, tanto automáticas como ordenadas desde tierra y desde la propia Estación Espacial Internacional (ISS), la nave espacial Boeing CST-100 Starliner se colocó a 200 metros de la ISS. A partir de esa posición, los sistemas automáticos de la nave identificaron la escotilla a la que debía unirse (fabricada también por Boeing) y completó su acoplamiento al módulo Harmony de la ISS.
El acoplamiento, sin embargo, se produjo más de una hora después de lo previsto ya que la nave volvió a tener una serie de problemas técnicos, diferentes a los del primer vuelo. El último de ellos obligó al personal del centro de control a resetear el sistema de acoplamiento, retrayéndolo y volviendo a desplegarlo. Durante el vuelo, habían fallado dos propulsores que se usan para colocar a la nave en una órbita estable. Según se ha explicado, “Uno de los doce propulsores de maniobra orbital y control de actitud situados en la parte posterior de la Starliner se apagó al cabo de un segundo, momento en el que un segundo propulsor entró en acción y tomó el relevo, pero también se apagó al cabo de 25 segundos”. Un tercer propulsor acto seguido sí funcionó correctamente. “Ese sistema funcionó con normalidad durante todas las demostraciones del sistema de propulsión y, con las redundancias establecidas, no supone un riesgo para el resto de la prueba de vuelo” declararon desde la NASA.
27 horas y media después del acoplamiento los astronautas a bordo de la ISS abrieron la escotilla de acceso a la Starliner y saludaron a Besie The Roketeer. Mientras, los sistemas automáticos de la nave procedieron a recargar las baterías utilizando los paneles solares situados en el módulo de servicio de la misma.
Durante su vuelo después de soltarse del cohete Atlas V que la situó en el espacio, además de las maniobras que hemos señalado, la Starliner llevó a cabo diversas pruebas de sus sistemas, que incluían, entre otros, el de soporte vital para los astronáutas “que permitieron a los gestores de la misión verificar que la nave estaba sana y era capaz de maniobrar con seguridad” han explicado desde Boeing.
En el tiempo que la cápsula permanezca acoplada, los astronautas, además de descargar los más de 360 kg de carga que ha transportado, realizarán comprobaciones de los sistemas.
Está previsto que la CST-100 Starliner se desacople de la ISS el 25 de mayo para iniciar el descenso a tierra y aterrizar en White Sands (Nuevo México). A bordo, además de Rosie, viajarán de regreso unos 275 kg de depósitos de oxígeno y nitrógeno que suministran la atmósfera a la ISS. Tras ser revisados y recargados, serán enviados de regreso al espacio en una de las misiones de reabastecimiento de la ISS.
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