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Espacio

Rosetta ya orbita su cometa

Después de un viaje de más de diez años por el Sistema Solar, la sonda Rosetta de la ESA se colocó ayer en la órbita del cometa 67P, siendo la primera vez que una sonsa espacial se acerca tanto a este tipo de cuerpos celestes.

Trs un viaje de diez años, la sonda de la Agencia Europea del Espacio, Rosetta, alcanzó ayer uno de sus primeros objetivos, la órbita del cometa 67P, situándose a sólo 100 kilómetros de la superficie del mismo. Aunque el objetivo final es el aterrizaje sobre la superficie del cometa.

Según el plan y horario previsto, la sonda Rosetta se coloba en órbita del cometa 67P Churyumov-Gerasimenko, culminando un viaje de diez años y 6.400 millones de kilómetros. Así Rosetta marcaba un importante hito en la historia de la exploración espacial, al convertirse en la primera nave en reunirse con un cometa. El cometa y Rosetta se encuentran ahora a 405 millones de kilómetrosde la Tierra, a medio camino entre las órbita de Júpiter y Marte, avanzando a una velocidad de 55.000 kilómetros por hora hacia lo que se conoce como el Sistema Solar Interior.

El cometa, según explican desde la ESA, sigue una órbita elíptica de 6,5 años que lo lleva hasta más allá de Júpiter, en su punto más alejado, hasta entre las órbitas de Marte y la Tierra en el punto más próximo al Sol. En este viaje, y por un periodo de más de un año, Rosetta acompañará en todo momento al cometa, rodeando el solo y volviendo también juntos hacia Júpiter.

Álvaro Giménez, director de ciencia y exploración Robótica de la ESA, explicó tras la llegada de Rosetta a la órbita del cometa que: “La nave europea Rosetta se ha convertido en la primera nave de la historia en reunirse con un cometa, un hito en la exploración de nuestros orígenes. Ha llegado la hora de los descubrimientos. Hoy hemos visto la última de una serie de diez maniobras iniciadas en mayo para ajustar gradualmente la velocidad y la trayectoria de Rosetta a las del cometa. Si cualquiera de estas maniobras hubiera fallado la misión se habría perdido; el cometa, simplemente, hubiera pasado de largo. Este logro es el resultado de un esfuerzo internacional enorme a lo largo de varias décadas”.

Giménez también afirmó que el camino ha sido largo, desde que se discutió por primera vez el concepto de la misión en los años setenta, y desde que se aprobó en 1993. «Ahora estamos a punto de abrir un tesoro para el conocimiento científico, que permitirá reescribir los libros sobre cometas durante varias décadas», concluyó el director de exploración Robótica de la ESA. De hecho, las últimas teorías científicas sobre cometas los identifican como parte de los «ladrillos» primitivos con los que se construyó el sistema solar, que podrían, entre otras cosas, haber traído el agua a la Tierra, así que Rosetta servirá para aclarar este y otros misterios de estos cuerpos celestes.

A lo largo de las seis  próximas semanas, según informan desde la Agencia europea, la sonda describirá dos trayectorias triangulares frente al cometa, primero a una distancia de 100 kilómetros y luego a 50 km, durante las mismas los distintos instrumentos que equipa Rosetta, llevarán a cabo un detallado estudio científico del cometa, con el objetivo principal de cartografiar su superficie para elegir el punto más adecuado para el aterrizaje del módulo «Philae», que se encargará de tomar imágenes de la superficie del cuerpo celeste.

Según las fases definidas en la misión, a finales de agosto se tienen que haber identificado cinco posibles zonas de aterrizaje, realizándose la selección final a mediados de septiembre, a lo largo de octubre el equipo que dirige la misión confirmará la secuencia definitiva para el despliegue del módulo de aterrizaje, inicialmente previsto para el día 11 de noviembre. Así, y cómo comentaron ayer los responsables científicos de la misión, este es sólo el primer paso de una apasionante aventura, que culminará con el primer aterrizaje sobre un cometa para recoger datos sobre cómo funciona un cometa a lo largo de su órbita alrededor del sol, acontecimiento que está previsto para agosto de 2015.

LA INDUSTRIA ESPAÑOLA EN ROSETTA

La industria espacial española ha tenido una importante presencia en el desarrollo de la sonda Rosetta y en el despliegue de la misión. Dos de estas empresas, GMV y Sener, se felicitaban ayer por este hito, y recordaban su participación en la misión.

Así tanto la llegada a la órbita como el aterrizaje sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, fueron  controladas desde Tierra por un equipo de ingenieros de GMV,  con personal desplazado a Centro de Operaciones Científicas (Rosetta Science Operations Centre) situado dentro del Centro Europeo de Astronomía Espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA/ESAC) en Villafranca del Castillo (Madrid), así como al Centro de Operaciones de la ESA (ESOC) en Darmstadt (Alemania), y en el Centro de Control del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) en Toulouse, (Francia).

GMV, según recuerda la propia empresa, ha sido clave en la fase de concepción de la misión  años antes de su lanzamiento, y participa también en la planificación de las operaciones científicas, el control de la planificación de tres instrumentos, y la preparación de las operaciones para la fase principal de la misión (la fase “cometaria”) entre otras actividades.

Por su parte, el personal de GMV en Alemania participa en las operaciones de “Flight Dynamics” (Dinámica de Vuelo), concretamente en el control de la trayectoria y la generación de los comandos necesarios para vigilar la órbita y actitud de la sonda desde su lanzamiento en 2004. Para las operaciones en las proximidades del cometa, el equipo de “Flight Dynamics” de GMV realiza tareas adicionales: diseño de las trayectorias de acercamiento, órbita y descenso; procesado de las imágenes tomadas con las cámaras a bordo de Rosetta; y estimación de las características del cometa que tienen influencia en la navegación.

Por su parte Sener  participa tanto en la plataforma de la sonda como en la carga útil. En la plataforma, ha suministrado el Boom para el despliegue de instrumentos, así como las persianas (louvres) de protección para garantizar el correcto funcionamiento de los instrumentos embarcados y las pantallas ópticas para las cámaras y los seguidores de estrellas. En la carga útil, ha contribuido tanto en las cámaras del instrumento OSIRIS como en la electrónica del instrumento GIADA.

El instrumento Boom suministrado por SENER comprende dos mástiles desplegables compuestos por un tubo de fibra de carbono y un mecanismo de despliegue, en los que se sitúan cinco instrumentos científicos. Su cometido es alejar en órbita los instrumentos de las perturbaciones electromagnéticas del satélite. Además, la empresa ha llevado a cabo el sistema de 15 louvres de control térmico activo de la sonda, que constan de 16 hojas cada una. Dichas hojas deben abrirse o cerrarse en función de la temperatura de la sonda, para asegurar su estabilidad térmica, y sin aplicación de energía externa, para lo que están cubiertas de paneles fotovoltaicos.

El director del proyecto de los louvres en SENER, Miguel Domingo, ha destacado que “el modelo ideado por SENER para Rosetta reduce la masa y aumenta la capacidad de emitir calor, lo que supone una considerable mejora con respecto a sistemas anteriores”. Igualmente, SENER se ha encargado de las pantallas ópticas de atenuación de la radiación solar incidente sobre las dos cámaras de navegación y los dos rastreadores de estrellas.

SENER también ha sido responsable, en colaboración con el INTA y el Instituto Astrofísico de Andalucía (IAA), del diseño e integración de la unidad electrónica de control y el mecanismo de las ruedas de filtros de las dos cámaras del instrumento OSIRIS , el principal sistema óptico de Rosetta, que ha servido para tomar imágenes del cometa desde el comienzo de la misión. Se trata de las cámaras NAC – de banda estrecha, cuyo cometido será cartografiar con alta resolución el núcleo del cometa, y WAC – de banda ancha, diseñada para trazar un mapa de las emisiones de gas y del polvo espacial que se encuentran en la proximidad del cometa. Por último, la empresa ha desarrollado la unidad electrónica de control de todo el instrumento GIADA  para la observación de las propiedades mecánicas, la velocidad y la masa de las partículas que se encuentran en la cola del cometa, un trabajo que SENER ha realizado en colaboración con el IAA.