El Racer es un proyecto de Airbus Helicopters dentro del programa europeo Clean Sky 2 de un helicóptero “verde” y capaz de alcanzar los 400 km/h.
Las diferentes secciones que formarán el demostrador tecnológico Racer (siglas de Rapid And Cost-Efficient Rotorcraft, aeronave con rotores rápida y rentable) de Airbus Helicopters empiezan a tomar forma en las cadenas de producción de los diferentes socios del programa.
Se trata de un helicóptero optimizado para superar los 400 km/h en crucero frente a los poco más de 250 km/h de velocidad máxima de la mayoría de los helicópteros y al mismo tiempo ser un aparato “verde”, con dos motores Safran Aneto-1X, uno de los cuales puede ser parado en vuelo y ser sustituido por un sistema híbrido eléctrico, que permitirá reducir las emisiones de Co2 y de óxidos de nitrógeno en un 20 por ciento, al tiempo que su diseño aerodinámico ayudará a reducir su huella acústica también en 20 por ciento.
El Racer fue lanzado en el salón de París de 2017 dentro del programa de investigación de la Unión Europea Clean Sky 2, y en él trabajan ya 40 socios en 13 países europeos.
La fabricación de los primeros elementos comenzó en 2020 y entre los últimos completados hasta ahora están el fuselaje central, y el botalón de cola. Con ellos, Airbus Helicopters podrá comenzar el ensamblaje del aparato en pocas semanas.
Actualmente el fuselaje central está en la factoría de Donauwörth (Alemania), donde se unirán a este el fuselaje delantero, el cajón alar, el sistema de combustible, y carenados. A finales de año será trasladado a la factoría de Marignane para completar el montaje y realizar, ya en 2022, los primeros vuelos e iniciar las pruebas.
El fuselaje central está diseñado y producido por RoRCraft en Rumanía. Se trata de un consorcio formado por el Instituto Nacional para la Investigación Aeroespacial Elia Cafaroli y ROMAERO. En él se combinan componentes metálicos y en materiales compuestos. Además de su producción, RoRCraft se encargará de algunas pruebas en tierra y el análisis del stress de varios componentes del fuselaje.
Este fuselaje estará unido al botalón de cola por unos paneles de 3,4 metros de largo y 1,5 de alto producidos por el Instituto Fraunhofer para Tecnologías de Fundición, Materiales Compuestos y Procesamiento, de Alemania. Estos paneles han sido producidos en plástico reforzado con fibra de carbono en mediante un nuevo sistema automático en lugar de manualmente. Además este instituto se ha encargado de realizar las pruebas de material y de la certificación del proceso de producción para que sean piezas volables. Estas piezas han sido integradas con el fuselaje central por RoRCraft.
El fuselaje delantero por su parte es responsabilidad del consorcio alemán FastCan, formado por KLK Motorsport y Modell und Formenbau Blasius Gerg. Está producido en fibra de carbono. Las ventanas y parabrisas por su parte se han encargado al consorcio Winper formado por el DLR alemán, KRD Sicherheitstechnik, y el instituto de Diseño de Aviones de la universidad de Stuttgart.
Las alas, con su especial configuración se han producido en Reino Unido por el consorcio Astral formado por Aeronnova Hamble Aerostructures, filial británica de la española Aeronnova y el Instituto para Fabricación Avanzada de la Universidad de Nottingham. Fabricadas con materiales ecológicos, suministran sustentación al Racer y permiten volar más rápido y lejos. Además contribuyen a la seguridad en tierra alrededor del aparato.
El fuselaje trasero ha sido producido por Airbus Helicopters España en Albacete. Su cajón de torsión ha sido producido por el consorcio español Outcome, en el que participa Aernnova y la propia Airbus Helicopters España. Este cajón está producido por el proceso de moldeo por transferencia de resina (RTM por sus siglas en inglés). Se trata de una pieza con una sección transversal asimétrica. En su producción se ha usado por primera vez para un aparato Airbus la impresión 3D para una estructura primaria.
Además de estos componentes de la célula del Racer, desde Airbus Helicopters destacan también el tren de aterrizaje y el sistema de combustible.
Del primero se encarga el consorcio Angela, formado por el Centro italiano de Investigación Aeroespacial, Magnaghi Aeronautica y Techno Systems Development, esta última de Lituania. Se trata de un sistema retráctil con compuertas que cierran completamente los pozos del tren.
En el sistema de combustible trabaja el consorcio ActionRcradft, formado por Safran Aerosystems, que se encarga de los depósitos de combustible, y el consorcio StrongCraft, en el que intervienen Safran Aerosystems, Secondo Mona y el Centro Aeroespacial Holandés, y que trabaja en las tuberías, sistemas de medidas y ventilación.
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