Airbus ha completado las primeras pruebas del ala eXtra Performance Wing, inspirada en las de los pájaros.
En septiembre de 2021, Airbus lanzó el programa Extra Performance Wing (Ala de rendimiento extra), para el estudio de un ala de nueva tecnología inspirada en las de los pájaros, dentro de sus planes de descabonización de la industria del transporte aéreo.
Ahora, en el túnel de viento de baja velocidad de Airbus en Bristol (Reino Unido), se ha completado el ensayo de un primer modelo de este tipo de ala, el cual ha sido realizado en parte usando la impresión 3D. Este túnel reproduce condiciones similares a las del viento de despegue y aterrizaje de los aviones, pero también es utilizado por organizaciones externas que prueban coches de F1, sistemas de radar de barcos y vehículos de movilidad aérea urbana, así como aviones más convencionales.
Según ha comentado Oliver Family, director de eXtra Performance Wing en Reino Unido: «El túnel de viento de baja velocidad de Airbus es una forma fantástica de validar nuestros conceptos antes de las pruebas de vuelo. Nuestra capacidad de análisis aerodinámico computacional es de clase mundial, y el túnel de viento proporciona otra valiosa forma de medir el rendimiento y las capacidades del avión antes de las pruebas de vuelo. Las tecnologías que hemos probado en el túnel de viento de Filton -muchas de ellas inspiradas en la biomímesis- se integrarán ahora rápidamente para las pruebas de vuelo«.
Según se manifestó ya en septiembre desde Airbus, el programa tiene como principal objetivo inicial la instalación de un ala modificada en un Cessna Citation VII como demostrador tecnológico “para acelerar y validar tecnologías que mejoren y optimicen la aerodinámica y prestaciones de las alas en aviones futuros”.
Con ese demostrador, Airbus podrá probar diversas ideas para mejorar, en condiciones de vuelo representativas de la operación comercial, y “las aplicaciones del ala de rendimiento extra serían compatibles con cualquier solución de propulsión y configuración de avión y reducirían las emisiones de CO₂, contribuyendo en gran medida a la hoja de ruta de descarbonización de Airbus”.
Sabine Klauke, directora Técnica de Airbus explicó en ese momento: “Airbus está investigando continuamente soluciones paralelas y complementarias como la infraestructura, las operaciones de vuelo y la estructura del avión. Con este demostrador, daremos pasos significativos en la tecnología de control activo a través de la investigación y las pruebas aplicadas de diversas tecnologías inspiradas en la biomímesis. Al igual que un águila vuela adaptando la forma, la envergadura y la superficie de sus alas y plumas, este demostrador permite aumentar la eficacia del vuelo. Se investigarán varios ‘ladrillos tecnológicos’ (expresión usada en Airbus para referirse a los diferentes desarrollos) para permitir el control activo del ala, entre ellos: sensores de ráfagas, alerones o placas emergentes que se desvían rápidamente en perpendicular al flujo de aire, bordes de fuga multifuncionales que cambian dinámicamente la superficie del ala en vuelo y una bisagra semiaeroelástica”; para permitir el control activo del ala.
Este programa deriva de las pruebas realizadas con un aeromodelo de un Airbus A321, Albatrossone, al que se le habían sustituido la sección exterior de sus alas por unas batientes “alas articuladas semiaeroelásticas” que, como el ave marina, se desbloqueaban durante el vuelo cuando experimentaban ráfagas de viento o turbulencias.
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