Un año más Boeing ha anunciado sus planes para realizar diversas pruebas en busca de medios para reducir la huella ecológica del transporte aéreo. Este año de la mano de Alaska Airlines.
En 2021, por octavo año desde 2012, Boeing usará un avión comercial para experimentar diversas tecnologías para avanzar hacia una aviación más ecológica.
Este año, entre el 29 de junio y el 2 de diciembre (en principio), un Boeing 737-9 MAX de Alaska Airlines será equipado con un conjunto de modificaciones y equipos de medida para evaluar los beneficios obtenidos.
En concreto serán ocho los campos en los que está previsto trabajar en esta campaña:
Seguridad y sostenibilidad: en el que se hará una prueba de sustitución del gas halón 1301 usado en los sistemas de extinción de incendios en bodega. En su lugar se probará otro gas, trifluoroyodometano o yoduro de trifluorometilo, igualmente llamado CF3I. Este gas ha demostrado en pruebas la misma capacidad de extinción que el halón pero sin dañar la capa de ozono como hace este. En estos momentos se están llevando pruebas en tierra de descarga para completar su certificación para su uso en vuelo.
En este campo se analizarán también las ventajas de realizar ciertas revisiones externas del avión mediante el uso de drones; un nuevo sistema de protección de los sistemas electrónicos, y nuevas luces anticolisión de bajo perfil.
Cielos limpios: Todos los vuelos que realice este avión serán usando biocombustible (combustible de aviación sostenible como se le denomina ahora). En colaboración con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU. se instalará un sistema para medir los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Con estas medidas se ayuda a mejorar el modelado del clima y con ello las previsiones meteorológicas a largo plazo. En este caso se trata de determinar como lograr la toma óptima de las muestras de aire para minimizar el coste y efectos de los equipos instalados en las operaciones de la aeronave. Estos equipos se instalarán en varios aviones comerciales para aumentar la toma de datos.
Eficiencia operacional: Se estudiarán procedimientos para lograr un vuelo más eficiente; para el seguimiento de la flota de la aerolínea por medios digitales; sistemas inteligentes de notificación a los pilotos; y algunas modificaciones en los paneles de control.
Mantenimiento: Estudio de los residuos generados; control de la presión de los neumáticos por sistemas inalámbricos; y sobre el aire pre-acondicionado.
Fabricación sostenible: Se probarán paneles de pared de la cabina de pasajeros realizados con fibra de carbono recuperada de la fabricación del ala del Boeing 777X. Boeing tiene previsto el uso de paneles de material reciclado en próximos diseños de aviones. Las pruebas que se van a llevar a cabo están destinadas a asegurarse que estos cumplen con la normativa de reducción de ruidos, así como para comprobar la reducción de peso que supondrán.
Colaboración en el diseño: se trabajará con la universidad de Washington en el diseño de la próxima generación de controles de vuelo.
Ruido externo: Se instalarán en la carena del motor derecho (número 2) una serie de revestimientos acústicos avanzados y otros tratamientos para el inversor de las puertas del sistema de reversa de empuje, que podrían implementarse en las góndolas actuales. Según explicaron Rae Lutters, director de Programa Ecodemostrador e ingeniero jefe, y Doug Christensen, líder técnico del programa, “Estos refinamientos también ayudarán a abordar las diferencias de la huella de ruido de los motores de derivación ultra alta de próxima generación y las góndolas compactas, que serán más cortas y tendrán fans de entrada del motor de mayor diámetro que los modelos actuales”.
Viaje confinable: En la cabina de pasajeros se instalarán 20 toberas fabricadas por tecnología 3D para el sistema de aire acondicionado personal para cada asiento. Estas toberas permitirán crear cortinas de aire entre las filas de asientos que impedirán que partículas flotantes puedan viajar por la cabina. Finalmente se probará el uso de barreras de luz ultravioleta para la desinfección.
Entre las tecnologías que Boeing probó en anteriores campañas y que se han incorporado ya a los aviones están los winglets de la familia 737 MAX; una APP para los iPad para acceso en tiempo real a información meteorológica, entre otras, por los pilotos; o cámaras externas que ayuden a los pilotos a evitar obstáculos en tierra (previstas para el B-777X).
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