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Boeing entona el mea culpa en la crisis del B-737-9 MAX pero sigue bajo la lupa

En un mensaje a los empleados, el presidente y director ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, Stan Deal, anunció las acciones inmediatas que la compañía está tomando para reforzar la garantía de calidad y los controles en la producción del 737.

Boeing reconoce errores en los sistemas de calidad de la producción del B-737 pero sigue bajo la lupa. Desde los sindicatos de la compañía a los medios de comunicación -además de la autoridad del transporte y la aeronáutica en Estados Unidos- siguen escrutando con todo nivel de detalle qué ha podido salir mal en la nueva crisis que tiene en tierra a los B-737-9.

En un mensaje a los trabajadores de la compañía el presidente y director ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, Stan Deal, señaló de forma directa a Spirit Aerosystems, responsable de la fabricación del fuselaje de toda la familia Boeing 737, incluida una versión militar derivada de la anterior generación del avión de pasillo único del fabricante norteamericano.

Steal explicó a los empleados que, entre las medidas que ha tomado la compañía está el despliegue de: «un equipo para trabajar junto con Spirit AeroSystems para complementar a los compañeros de equipo existentes en tierra. Nuestro equipo ahora está inspeccionando la instalación de Spirit del componente que sustituye a la puerta de salida intermedia y aprobándolo antes de que la sección del fuselaje pueda enviarse a Boeing. También estamos inspeccionando más de 50 puntos más en el proceso de construcción de Spirit y evaluando sus planes de construcción con respecto a las especificaciones de ingeniería.«

Pero aquí han surgido dudas sobre la responsabilidad final de Boeing y no se podrá tener una conclusión final hasta que acabe la investigación de la NSTB -Agencia Nacional de Seguridad del Transporte, por sus siglas en inglés-, sobre el incidiente de Alaska Airlines y la que lleva a cabo la FAA, el regulador aeronáutico en Estados Unidos, sobre los procesos productivos de Boeing.

«Mientras continuamos respondiendo al accidente del vuelo 1282 de Alaska Airlines, nuestro equipo ha estado trabajando con las cinco aerolíneas afectadas para inspeccionar su flota de 737-9. Han estado examinando y recopilando medidas alrededor de los tapones de las puertas de salida intermedia para asegurarse de que estén bien. Instalado según las especificaciones«, expllica Steal a los empleados de Boeing, y añade que: «mientras completamos estas tareas para obtener la aprobación de la Administración Federal de Aviación para retirar de tierra los 737-9 afectados, nuestro equipo también está analizando detenidamente nuestras prácticas de calidad en nuestras fábricas y en todo nuestro sistema de producción.«

El máximo responsable de la división de aviones comerciales explica que en los últimos años, y tras los accidentes del avión, se han tomado medidas para fortalecer el sistema de gestión de calidad y sus diferentes capas. Sin embargo, desde IAM, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales ( por sus siglas en inglés), el sindicato de defensa y aeroespacial más grande de los Estados Unido, ya se alzó la voz cuando por la crisis del COVID se procedió al despido de cientos de empleados responsables de calidad en la producción de Boeing

Steal reconoce sin ambajes, que a pesar de estos esfuerzos, el accidente de AS1282 y los recientes hallazgos de los clientes dejan claro que «no estamos donde debemos estar. Con ese fin, estamos tomando medidas inmediatas para reforzar la garantía y los controles de calidad en nuestras fábricas.«

Este es el listado de medidasq ue Steal explicó a sus empleados y que ha trascendido en un post del canal de linkedin de la compañía:

  • Más inspecciones de calidad: «estamos planeando inspecciones adicionales durante todo el proceso de construcción en Boeing y Spirit. Estas comprobaciones proporcionarán un nivel más de escrutinio además de las miles de inspecciones realizadas hoy en cada avión 737 y se basarán en las revisiones que hemos implementado para detectar posibles no conformidades. Desde 2019, hemos aumentado el número de inspectores de calidad de Aviones Comerciales en un 20% y planeamos realizar más inversiones en la función de Calidad.«
  • Sesiones de equipo sobre calidad: «estamos planificando sesiones adicionales para que nuestros equipos se reúnan y vuelvan a centrarse en los fundamentos de nuestro SGC, aprovechen nuestros programas de capacitación ampliados y vuelvan a comprometerse a mejorar la calidad y el cumplimiento.«
  • Inspecciones de supervisión de aerolíneas: «Estamos abriendo nuestras fábricas del 737 a operadores para inspecciones de supervisión adicionales para revisar nuestros procedimientos de producción y calidad. Spirit hará lo mismo y aprenderemos de los conocimientos y hallazgos de nuestros clientes.»
  • Evaluación independiente: «se contratará a una empresa externa para que revise minuciosamente el sistema de gestión de calidad en aviones comerciales y sugiera mejoras adicionales.»

Y no es para menos. El incidente del B-737-9 de Alaska Airlines, que pudo haber terminado en una auténtica tragedia, supone otro importante golpe en la línea de flotación del fabricante norteamericano cuando parecía que iba superando los problemas derivados de los dos accidentes ocurridos con el Boeing 737-8.