El sindicato de pilotos BALPA y British Airways han culminado tres meses de negociaciones sobre los planes de despido con un acuerdo que debe ser votado por los 4300 pilotos de la aerolínea.
Dentro de los planes de British Airways de despedir a hasta 12.000 empleados como consecuencia de la crisis por el COVID-19 , la dirección de la aerolínea ha estado negociando con el sindicato de pilotos BALPA las condiciones para este grupo de empleados.
Ahora ambas partes ha anunciado haber llegado a un acuerdo, el cual deberá ser ratificado en votación por los 4.300 pilotos de British Airways (abierta hasta el 30 de julio). BALPA está recomendando a estos que “acepten estas propuestas como lo mejor que se puede lograr en estas circunstancias increíblemente difíciles”, aunque su secretario general, Brian Strutton, ha manifestado: » Es muy decepcionante que durante nuestras extensas negociaciones, British Airways no acepte el paquete completo de alivio que presentamos, lo que habría evitado cualquier pérdida de empleo y sin ningún costo para British Airways. Dada la intransigencia de British Airways, hemos logrado el mejor paquete posible para salvar tantos trabajos como sea posible”.
Inicialmente British Airways había señalado que serían 1.255 los pilotos despedidos, pero con el acuerdo alcanzado solo serán unos 270. Aunque desde BALPA señalan que esperan que este número “disminuya aún más a medida que se sigan adoptando medidas de mitigación voluntarias”. British Airways se ha comprometido a no ofrecer a los despedidos un nuevo contrato con diferentes condiciones laborales.
Las condiciones acordadas incluyen períodos de trabajo parcial; bajas voluntarias y “traslados externos voluntarios”. También se formará una bolsa de trabajo con otros 300 pilotos que cobrarán un sueldo reducido que estarán listos para volver a trabajar de inmediato según se vaya recuperando la demanda.
Estas medidas, según señalan desde el sindicato estarán “financiadas por recortes salariales a los pilotos, que comienzan en un 20 por ciento”, con una reducción al 8 por ciento en los próximos dos años y que se eliminarán a largo plazo.
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