Un ATR 72-600 de BRA ha sido el primer avión de este fabricante en llevar a cabo un vuelo con biocombustible conseguido, en este caso, a partir de aceite de cocina reciclado.
Un vuelo entre Estocolmo y Umeä del transportista sueco BRA (antes denominada Malmo Aviation), con un 45 por ciento de los depositos de combustible del avión cargados de bioscombustible obtenido en su mayor parte de aceites de cocina ha sido el primer vuelo de un avión ATR alimentado con biocombustible.
Al igual que en otros países se están investigando biocombustibles logrados de algas o de plantas no comestibles y que crecen en terrenos no aptos para la siembra de alimentas, en Suecia se están llevando a cabo varias iniciativas de investigación y desarrollo para biocombustibles a partir de diferentes tipos de madera.
En este país, los bosques cubren más del 50 por ciento del territorio, y crecen a razón de 120 millones de metros cúbicos anualmente. Para Suecia, alimentar el tráfico aéreo doméstico sin combustibles fósiles requeriría menos del 2 por ciento del crecimiento anual de sus bosques.
Por su parte, ATR ofrece unos aviones con una estructura más ligera, velocidad optimizada y motores diseñados para rutas cortas. Por ello, ATR fomenta el uso de combustibles alternativos y ofrece esta alternativa a sus clientes y a los gobiernos locales un plan integral que abarca desde la selección del combustible hasta la certificación.
El nuevo reto de ATR según un comunicado de la aerolínea «es conseguir una producción a gran escala de biocombustible en costos accesibles evitando un impacto negativo en el medio ambiente. Aerolíneas suecas como BRA podrán obtener ventaja frente a sus competidores en sus planes de expansión gracias a la operación de sus servicios con turbohélices eficientes y además conseguir la meta de reducir a la mitad sus emisiones de CO2 en 2025″.
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