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El DLR alemán trabaja en el futuro avión comercial eléctrico

Una de las posibles configuraciones de aviones eléctricos que estudia el DLR.
Una de las posibles configuraciones de aviones eléctricos que estudia el DLR.

El objetivo del programa EXACT del DLR alemán es lograr las tecnologías para lograr un avión eléctrico de al menos 70 pasajeros y 7.000 km de autonomía para 2040.

El Centro Aeroespacial Alemán, DLR por sus siglas en alemán, equivalente al INTA español, ha anunciado que a principios de este año 2020 puso en marcha el programa EXACT: Exploración de Conceptos y tecnologías para Aviones Eléctricos (por sus siglas en inglés).

Aunque el objetivo final es lograr tecnologías que permitan el desarrollo de aviones comerciales eléctricos viables, los 45 investigadores en 20 centros del DLR deberán contestar primero a una serie de preguntas que se consideran los cimientos necesarios para poder avanzar hacia el objetivo final: una aeronave respetuosa del medio ambiente para al menos 70 pasajeros y una autonomía mínima d 2.000 km.

Técnicos del DLR trabajando sobre  una configuración de avión eléctrico con alas basculantes.
Técnicos del DLR trabajando sobre una configuración de avión eléctrico con alas basculantes.

Estas preguntas son:

¿Cómo se puede lograr la movilidad aérea eléctrica mientras se reducen en gran medida las emisiones debidas al transporte aéreo?

¿Cómo se puede hacer que los aviones con sistemas de propulsión alternativos sean ecológicos y económicamente viables?

¿Estos aviones conducirán a cambios en otras partes del sistema de transporte aéreo, como aeropuertos o instalaciones de mantenimiento?

Para responderlas se ha dado, en principio, un margen de cuatro años.

En la primera fase de los trabajos, además de buscar la respuesta a esas preguntas, se evaluarán diferentes configuraciones de sistemas propulsivos hibrido-eléctricos y aerodinámicas de las aeronaves.

Esta también incluirá estudios de las infraestructuras aeroportuarias y como los nuevos sistemas de propulsión podrían afectar a la atmósfera y por tanto al clima, señalan desde el DLR.

Este último aspecto, el posible impacto sobre el clima será en realidad el que marque todo el proceso. Entre los objetivos marcados está que las emisiones del avión no deben tener un efecto negativo en el clima y además ser económicamente viable de operar.

Baterías, células de combustible e hidrógeno se consideran como los medios con mayor potencial para lograr el mínimo de emisiones, con poco ruido y que al mismo tiempo sean compatibles con los intereses comerciales de las aerolíneas.

Este punto incluye el mantenimiento de las aeronaves, sus sistemas y motores. También aspectos como que, por ejemplo, el hidrógeno requiere sistemas especiales para su repostaje; y las baterías necesitan ser cargadas, almacenadas y recicladas.

El avión  de prueba de tecnologías propulsivas HY4 del DLR.
El avión de prueba de tecnologías propulsivas HY4 del DLR.

Para ello, los técnicos del DLR se basarán inicialmente en datos ya obtenidos sobre el ciclo completo de vida de una aeronave: desde su diseño hasta que sea desguazada para extrapolar el impacto medioambiental de los nuevos diseños y sus sistemas motores que se propongan.

Desde el DLR recuerdan que ya llevan varios años investigando diferentes tipos de pilas de combustible para esta misión, y que tras sus pruebas en laboratorios son evaluadas instaladas en el avión Hy4.

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