EL Airbus C295 del INTA será entregado en la primera mitad de 2023 una vez terminen los trabajos para instalar sus sistemas de misión.
Con la presencia de la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, acompañada por diferentes cargos del ministerio de Defensa, de Airbus Defence en España, el director general del CDTI, Javier Ponce, y, evidentemente, del INTA, comenzando por su director, el general Ayuso, se ha presentado en Sevilla el Airbus C295 que en 2023 se incorporará a la flota del INTA, muy posiblemente con base en Andalucía.
La firma del contrato con Airbus se llevó a cabo hace nueve meses, y en octubre el avión, ya incluso pintado con los colores del INTA, “debutaba” en la plataforma de la factoría de Airbus en Sevilla.
La ceremonia en esa misma factoría, ha servido, digamos, como entrega formal, que no legal del avión. Airbus tiene prevista el traspaso de titularidad, en unas semanas, y que el avión parta de Sevilla hacia su base, antes del 30 de junio, fecha contractual en la que el C295 debe estar operativo.
En estos meses, Airbus, una vez completadas las pruebas previas a la entrega, procederá a la instalación de los equipos científicos del avión, una parte importante de los cuales, según confirmó el director de este instituto, irán instalados en pods subalares o en estaciones externas del fuselaje. En la cabina del avión se instalarán consolas FITS para la gestión de estos sensores y podrá albergar a hasta 12 operadores.
La adquisición de este avión se anunció en octubre de 2021, auspiciada desde el CDTI. Su director general, Javier Ponce, señaló que la compra de este C295 se decidió como medida de apoyo a la industria aeronáutica nacional en esos momentos de importante crisis por la pandemia de COVID-19. Tras lograrse los fondos, continuó explicando, “abordamos el proyecto en colaboración con el INTA, que era el único organismo que, entendemos, puede llegar a probar y a asegurar el mantenimiento de la infraestructura a largo plazo”.
Sobre el motivo de que, como hemos indicado, la base de este C295 esté en Andalucía, Ponce explicó que es un requerimiento legal: “Al estar cofinanciado con fondos estructurales, es requisito de los reglamentos comunitarios que los activos y los resultados de los proyectos permanezcan en el territorio, en este caso andaluz, durante al menos cinco años”.
A su entender, el C295 se basará en el nuevo Centro de Ensayos de UAS (CEUS, siglas de Center of Excellence of Unmanned Systems) que se está construyendo cerca del polígono de ensayos de El Arenosillo (Huelva) — a unos 12 km al norte—, y que contará con una pista de 2.000 metros de longitud. Este centro está siendo financiado por el CDTI y que operará el INTA.
El C295, recordemos, cuenta con una estructura preparada para estas dos opciones.
La compra de este C295, con un precio de 27,5 millones de euros, se ha efectuado con cargo a los fondos del PERTE Aeroespacial en un 80 por ciento, y a los presupuestos del CDTI (el 20 por ciento restante). Este presupuesto se divide en compra de la aeronave (13,5 millones), su modificación y equipamiento (8,5 millones) y ensayos en tierra (5 millones). En origen el 80 por ciento se asignó a los fondos Feder del Programa Operativo Plurirregional de España (POPE) 2014-2020.
En la ceremonia, en la que se hizo entrega de las llaves simbólicas del avión al general Ayuso por parte de Jean-Brice Dumont, vice presidente ejecutivo de Military Aircraft de Airbus, todos los intervinientes destacaron la necesidad de la colaboración público-privada para mantener el liderazgo español en la industria aeroespacial.
Según explicaron tanto la secretaria de estado como el director del INTA, la incorporación de este C295, que sustituirá a los dos CASA C-212 que usa actualmente este, permitirá triplicar la operatividad y los ensayos, ya que el C295 puede volar más rápido, más lejos y más alto que el C-212, está presurizado, y puede embarcar un mayor número de investigadores.
Amparo Valcarce declaró que la compra de este avión vino a cumplir con las necesidades del INTA para sus trabajos de investigación. Explicó que para poder incluirlo en los fondos europeos del PERTE Aeroespacial: “Teníamos que aspirar a un producto tecnológicamente avanzado, que supusiera innovación e investigación. Por eso, hemos logrado es algo más allá que la plataforma. Lo que le hace volar y sobre todo su instrumental es puntero. Y es en esto en lo que hemos marcado un antes y un después. Para ello necesitábamos la colaboración del CDTI, puntero a la hora de financiar programas de I+D+i, pero también necesitábamos que la empresa que se hiciese cargo del proyecto nos garantizase los plazos de entrega, porque los PERTE son muy exigentes a la hora de la justificación de la financiación europea y de los cumplimientos de plazos”.
Sobre Airbus destacó que es un «referente primordial del sector aeroespacial, ya que ejerce una capacidad tractora muy significativa en otras industrias de segundo y tercer escalón, incluyendo muchas pymes, lo que contribuye a generar sustanciales retornos económicos de las inversiones realizadas y un importante revulsivo para las economías locales y regionales de nuestro país”.
También hizo mención explicita al compromiso del Gobierno de elevar el presupuesto del ministerio de Defensa, y de la inversión que este realiza, «como prueba evidente del compromiso que el Ministerio de Defensa tiene con la industria nacional, en línea con el crecimiento progresivo del presupuesto de Defensa marcado por el Gobierno de España, hasta llegar al 2 por ciento del PIB en el año 2029, lo que permitirá modernizar y mejorar las capacidades militares de nuestras Fuerzas Armadas«. En este capítulo destacó la importania del sector aeroespacial dentro de los objetivos del ministerio.
El general Ayuso señaló que uno de los principales usos de este avión serán los estudios atmosféricos, que vienen realizando ya con uno de los C-212 instrumentalizado para ello. En concreto habló de estudios sobre formación de hielo en las aeronaves. Con el C295 se podrá ampliar la zona de trabajo, volando más alto sin tener que recurrir a sistemas de oxígeno portátiles personales, y con mayor seguridad. Otra misión a cumplir será la observación de la Tierra, para la lo que estará equipado con diversas cámaras.
En otro orden de cosas, preguntada por Fly News, la secretaria de Estado de Defensa sobre la adquisición de los nuevos C295 para el Ejército del Aire como sustitutos de los recién retirados P-3, nos confirmó que están en los presupuestos de 2023, pero no nos pudo dar ninguna fecha estimativa de cuándo se podría llevar su compra a consejo de ministros, y por tanto, firmar el contrato de compra con Airbus. Sobre la posible sustitución del los CN-235 del SAR también con aviones C295, que Airbus ha empezado a “promocionar” como paso lógico, nos señaló que: “No está tomada la decisión. Está en estudio”.
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