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El híbrido Stratobus de Thales comenzará la fase de pruebas en 2019

El proyecto Stratobus de Thales España, mitad dron -mitad satélite, comenzará sus primeras pruebas en vuelo para verificar tecnologías en 2019 con un prototipo de 40 metros que servirá para validar los servicios de observación y vigilancia que ofrece.

Thales España presentó la mañana del 18 de julio su proyecto Stratobus, un pseudo satélite de alta altitud que combina lo mejor de la tecnología dron y de los satélites. Un dirigible a medio camino entre un dron y un satélite.

En el año 2016, tal y como se informó en este medio, Thales recibía una subvención del gobierno francés por valor de 17 millones de euros para el desarrollo de Stratobus, enmarcado en el programa “Inversión en el futuro” que llevó a cabo Francia.

Desde entonces, Thales ha estado trabajando en este proyecto de investigación y desarrollo. La inversión del gobierno francés, cubre la fase de desarrollo del proyecto durante dos años para tecnologías claves y culmina en la construcción de un demostrador.

Stratobus es un dirigible capaz de operar de forma autónoma en una posición estacionaria a 20 kilómetros de altitud, por encima de las corrientes de viento y sin interferir en el tráfico aéreo, ya que los aviones comerciales suelen volar a una altitud de entre los 13 y los 15 kilómetros de altura. Se estima que desde el despegue el Stratobus tardará unas cuatro horas en situarse en posición.

En cuanto a sus dimensiones tendrá una longitud de 115 metros y un diámetro de 34 metros, comparable al campo de fútbol del Bernabéu. Pesará 7 toneladas y su volumen será de 62.000 metros cúbicos. Podrá transportar una carga útil de 250 kg, con un consumo de potencia de 5kw.

El dirigible está preparado para mantenerse quieto, de manera estacionaria, frente a vientos y corrientes gracias a su sistema de propulsión eléctrico usando energía solar. Esta es una de las innovaciones que Thales ha aportado a este sistema, para lo que han necesitado del estudio de la células solares. «El estudio de esta tecnología, junto con el uso de materiales altamente resistentes y ligeros para la construcción de la estructura del dirigible han conseguido que la huella de carbono del aparato sea muy pequeña, inferior a la de un pequeño avión privado» ha explicado José Antonio Álvarez, director de estrategia y relaciones institucionales de Thales España.

En el primer trimestre de 2019 se espera que comience la primera fase de pruebas de Stratobus, con un demostrador más pequeño, de 40 metros, que sirva para validar los servicios y las tecnologías críticas. Seguidamente, la compañía espera tener a principios de 2022 desarrollado el primer prototipo de vuelo y certificación, para poder comenzar la comercialización y la fabricación de manera industrial de Stratobus a sus potenciales clientes a partir de ese mismo año.

El mercado institucional es la cuota más alta de negocio de Thales. Por lo que cabe esperar que este servicio de apoyo y vigilancia suponga de gran interés autoridades y gobiernos, tanto españoles como internacionales, por los servicios y soluciones que puede prestar, sobre todo, en aplicación de misiones de observación y vigilancia. El dirigible cuenta con una gama de sensores para múltiples aplicaciones con capacidad de vigilancia continua que puede ser aplicado para la vigilancia marítima y terrestre (piratería, migración, identificar manchas de petróleo, contrabando…), monotorización medioambiental (control de incendios) y urbana, repetidor para coberturas 4G y 5G en zonas de saturación o a las que no llega internet entre otros usos.

El protocolo, una vez esté en funcionamiento, será bajarlo una vez al año para poder realizarle labores de mantenimiento y posteriormente volver a subirlo. La vida útil de este mitad satélite – mitad dron es de 10 años.

Para efectuar los lanzamientos de Stratobus, Thales instalará bases estratégicas, «pues el es menos costoso una vez lanzado el globo dirigirlo al punto en el que se desee posicionar que instalar una base en el país en donde se vaya a lanzar» comentó Álvarez. De momento, la compañía contempla que una de las bases estará en el sur de Francia, otra en Indonesia o Singapur y aún no es seguro, si habrá o no una tercera en Australia.

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