Deimos liderará la primera fase de la misión DRACO para demostrar como se puede controlar la caída a la atmósfera de un satélite.
DRACO, siglas en inglés de Evaluación de la reentrada destructiva de un objeto contenedor, es una misión que ha lanzado la ESA para demostrar como se puede destruir un satélite haciéndolo caer de forma controlada a la atmósfera.
Deimos sido seleccionada por la ESA para liderar la primera fase de la misma, por un importe de 3 millones de euros. Con Deimos trabajarán el Instituto Von Karman (Bélgica), Fluid Gravity Engineering, Belstead Research, Vorticity and Dial (Reino Unido) e Hyperschall Technologie Göttingen (Alemania).
Para la demostración del proceso controlado de desintegración de un satélite en la atmósfera terrestre, se usará uno de 150 kg que será lanzado en 2026.
Deimos, es la responsable del diseño y la gestión de la misión, la ingeniería de sistemas, el desarrollo y la integración de la plataforma, y los segmentos terreno y de usuario. El satélite, diseñado por Deimos, se ensamblará en sus instalaciones en Puertollano.
Con esta misión, cuyo presupuesto total es de 17 millones de euros, se quiere reducir la incertidumbre en los procesos de ruptura y desintegración y, “en última instancia, garantizar que los satélites se quemen por completo durante la reentrada. Una combustión completa en la atmósfera garantiza la seguridad de las personas y la integridad de las infraestructuras y bienes en tierra y en el espacio aéreo” han explicado desde la Agencia Espacial Europea.
Este satélite portará una cápsula que deberá sobrevivir a la reentrada y destrucción del mismo, y transmitir a tierra una serie de datos sobre lo que ocurra “detallados y sin precedentes”, califican desde la ESA.
Con esta información, la ESA confía en poder avanzar en “las tecnologías de fragmentación temprana y de diseño para la desaparición que son fundamentales para el enfoque de la ESA de Cero Desechos y para el futuro de las actividades espaciales sostenibles”. La ESA confía en que en 2030 se disponga ya de “tecnologías para construir sistemas espaciales más desechables”.
Aunque el 8 de septiembre la ESA logró una reentrada más o menos controlada y la caída en un punto elegido del océano Pacífico del satélite Salsa, perteneciente a la misión Clúster, todavía se está lejos de conseguir un control completo del proceso de reentrada que asegure la destrucción completa del satélite u objeto en órbita.
Añadir comentario