Boeing incrementó sus ingresos en el primer trimestre de 2023 en un 28 por ciento, al tiempo que ha reducido sus pérdidas un 66 por ciento respecto a hace un año.
Boeing facturó en el primer trimestre de 2023 17.912 millones de dólares, un 28 por ciento más que en el mismo período de 2022, al tiempo que redujo sus pérdidas netas de 1.242 millones de dólares a 425 millones, una reducción de casi el 66 por ciento. Lo mismo ocurrió con el resultado operativo, en el que las pérdidas se redujeron de 1.162 millones de dólares a 149 millones.
Según han explicado, el incremento de la facturación se ha debido principalmente a la entrega de 130 aviones comerciales en el período, frente a 95 un año antes. Además, entonces, las entregas del B-787 estaban paralizadas por orden de la FAA.
Dave Calhoun, presidente y consejero delegado de Boeing ha señalado: “Hemos tenido un primer trimestre sólido y estamos centrados en impulsar la estabilidad para nuestros clientes. Estamos superando las recientes interrupciones de la cadena de suministro, pero seguimos confiando en los objetivos que nos hemos fijado para este año y a largo plazo. La demanda es fuerte en todos nuestros mercados clave y estamos aumentando las inversiones para avanzar en nuestros programas de desarrollo e innovar capacidades estratégicas para nuestros clientes y para nuestro futuro«.
Así, desde Boeing han reconfirmado la entrega este año de entre 400 y 450 aviones Boeing 737, única cifra ofrecida para su división de aviones comerciales. También han señalado que un nuevo problema en la producción del B-737 MAX no debería tener incidencia en las entregas a fin de año, si bien si supondrá algunos retrasos mientras se revisan y reparan los aviones afectados.
El nuevo problema fue avisado por Spirit Aerosystems, fabricante del fuselaje de los aviones, a Boeing el pasado mes de abril. Este se debe a que se había utilizado un proceso de fabricación no estándar en dos montajes de la sección trasera del fuselaje. “No se trata de un problema inmediato de seguridad de vuelo y la flota en servicio puede seguir operando con seguridad”, advierten des de Boeing.
Esto no debería influir en los planes para incrementar la tasa de producción del modelo a 38 ejemplares mensuales a finales de este año, y a 50 en 2026.
Esta división facturó en el primer trimestre 6.704 millones de dólares, un 60 por ciento más que un año antes, y redujo en algo más del 30 por ciento sus pérdidas operativas a 615 millones de dólares.
La división de defensa, espacio y seguridad, por su parte incrementó sus ingresos respecto al primer trimestre de 2022, un 19 por ciento, quedando estos en 6.539 millones en el trimestre. También cerró en rojo, perdiendo 212 millones, menos de una cuarta parte de lo perdido un año antes.
La división ha debido incluir un nuevo cargo extra, en este caso de 245 millones de dólares, por el programa KC-46 “debido en gran parte” a un problema de calidad de un proveedor, “que provocó interrupciones en la fábrica y repetición de trabajos”.
En este trimestre entregó 28 aeronaves nuevas y 14 remanufacturadas o renovadas y tres satélites.
Finalmente. Servicios Globales, que incluye por ejemplo la conversión de aviones comerciales de pasaje a cargo, aumentó sus ingresos trimestrales un 9 por ciento, llegando a los 4.720 millones, y aumentando sus beneficios un 34 por ciento hasta los 847 millones.
Al cerrar el primer trimestre de 2023, la cartera de pedidos sin entregar de Boeing ascendía a 411.446 millones de dólares, de los que 333.656 millones corresponden a la división de aviones comerciales; 58.150 millones a defensa, espacio y seguridad; 18.835 millones a servicios globales; y 805 millones a otros.
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