El reinicio de las entregas de los B-737 MAX y del B-787 han hecho que las pérdidas de Boeing en el primer trimestre se hayan reducido a 561 millones de dólares.
Boeing, en el primer trimestre de 2021, ha perdido 561 millones de dólares, 80 millones menos que los que perdió en el mismo período de 2020,pese a haber reducido sus ingresos un 10 por ciento año con año, de 16.908 millones en el primer trimestre de 2020 a 15.217 millones en este 2021.
Aunque en este trimestre Boeing ha tenido ingresos adicionales por las entregas de aviones B-737 MAX y KC-46, el menor número de B-787 entregados y de servicios comerciales prestados son los principales motivos de la disminución en los ingresos trimestrales.
En este primer trimestre Boeing hizo entrega de 77 aviones comerciales, 27 más que un año antes, si bien, como decimos, por el menor volumen de aviones de dos pasillos, los ingresos de su división de aviones comerciales descendieron a 4.269 millones de dólares, un 31 por ciento menos. Con todo, sus pérdidas por operaciones pasaron de 2.068 millones en 2020 a 856 millones en este trimestre.
Dichos 77 aviones entregados fueron 63 B-737 (5 en los primeros tres meses de 2020); 1 B-747 (0); 5 B-767 (10); 6 B-777 (6); y 2 B-787 (29).
Por lo que se refiere al B-737 MAX, desde Boeing han señalado que desde que la FAA levantó la prohibición de los vuelos en noviembre de 2020, se han entregado 85 ejemplares y 21 aerolíneas han puesto en servicio aviones entregados antes de la paralización. Según los datos de Boeing, hasta el pasado 26 de abril, los B-737 MAX han acumulado 58.500 horas de vuelo.
Aunque en estos momentos la producción sigue a ritmo lento, Boeing espera llegar a los 31 aviones mensuales a principios de 2022 a la espera de que la demanda suba para incrementar más la cadencia de producción.
Sobre el B-787, cuyas entregas han estado paralizadas varios meses por problemas de calidad en la producción de algunos componentes, lo que ha llevado a tener que revisar numerosos aviones ya producidos, las entregas se reiniciaron a finales de marzo. En estos meses salió de fábrica el último B-787 producido en Everett y en Charleston se ha dejado la cadencia en 5 aviones mensuales. Boeing sigue teniendo entre 90 y 100 B-787 pendientes de entrega como consecuencia de la parada de estas y los que sus clientes no han aceptado por la crisis del COVID-19.
Dave Calhoun, presidente y director general de Boeing ha manifestado: “Estoy orgulloso de los progresos que nuestro equipo global ha realizado en todo nuestro negocio en el primer trimestre, ya que hemos seguido transformando nuestra empresa, reforzando nuestros procesos de seguridad y manteniendo las inversiones críticas para nuestro futuro. Aunque la pandemia mundial sigue suponiendo un reto para el entorno general del mercado, consideramos que el año 2021 es un punto de inflexión clave para nuestra industria, ya que la distribución de vacunas se acelera y trabajamos juntos en el gobierno y la industria para ayudar a una sólida recuperación. Nuestra cartera equilibrada de productos comerciales, de defensa, espaciales y de servicios sigue proporcionando una estabilidad crítica para nuestro negocio, y seguimos centrados en la seguridad, la calidad y la integridad a medida que cumplimos nuestros compromisos con los clientes”.
La división de defensa, espacio y seguridad por su parte, aumentó en el trimestre sus ingresos un 19 por ciento a 7.185 millones de dólares y el resultado operativo pasó de unas pérdidas de 191 millones en el primer trimestre de 2020 a unos beneficios de 405 millones.
En el trimestre vendieron 27 KC-46A, 11 P-8A y 6 Bell Boeing V-22 además de comenzar las entregas del F-15EX a la USAF. Desde Boeing han celebrado que en el trimestre no ha tenido ningún cargo extraordinario por el programa KC-46A, pero sí 318 millones por problemas con el VC-25B, el nuevo Air Force One. Boeing ha tenido problemas con GDC Technics y los trabajos de los interiores de los aviones, ha cancelado el contrato con esta empresa y ambas se han cruzado demandas acusándose mutuamente de haber sido los culpables de los retrasos que acumula la modificación de los dos aviones.
Servicios Globales que, entre otros cometidos da apoyo postventa a los clientes, tanto civiles como militares, vio caer sus ingresos un 19 por ciento hasta los 3.749 millones de dólares, y sus beneficios un 38 por ciento, quedando estos en 441 millones.
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