Enaire es el gestor del espacio aéreo español, y todos los años publica cuantos vuelos han gestionado sus controladores aéreos, pero este no es su único trabajo.
Enaire gestionó en 2019 más de 2,1 millones de vuelos, pero no todos eran vuelos comerciales, ya sean de pasaje, carga, aerotaxi, o diferentes tipos de trabajos aéreos.
Según ha anunciado Enaire, recibió “3.629 solicitudes para operar en el espacio aéreo español fuera de la aviación comercial, que fueron tramitadas por el Departamento de Coordinación Operativa (COP)”.
868 de esas peticiones correspondieron a ejercicios militares.
573 fueron para trabajos de fotografía aérea.
536 peticiones solicitaban operar con drones (desde Enaire destacan que estas suponen un incremento del 49 por ciento respeto a las recibidas en 2018, “primer año en que se permitió operar en espacio aéreo controlado a las aeronaves pilotadas por control remoto”).
418 fueron consultas generales.
338 solicitudes trataban sobre el lanzamiento de fuegos artificiales.
272 a festivales y deportes aéreos.
111 filmaciones, la mayoría de casos desde helicópteros.
100 para vuelos de inspección de líneas eléctricas y gaseoductos.
86 solicitaban el establecimiento de zonas restringidas temporales “por motivos de seguridad ciudadana, seguridad de Casa Real y otros eventos deportivos”.
67 a sondeos meteorológicos civiles y militares.
44 consultas sobre instalaciones aeronáuticas como helipuertos o aeródromos restringidos.
42 para exhibiciones de globos aerostáticos.
34 a la suelta de farolillos.
Las 140 restantes han sido catalogadas por Enaire como “otras peticiones”.
Según explican desde Enaire, cada una de estas peticiones que “precise el uso de espacio aéreo, con o sin la emisión de una notificación aeronáutica (NOTAM), debe ser gestionada por el Departamento de Coordinación Operativa”. Tras su análisis, si todo es correcto se da el visto bueno, “con las condiciones operativas que se han de cumplir, como elaborar un plan de vuelo, coordinar previamente con la torre o el centro de control aéreo o las frecuencias en las que tienen que mantener escucha”. Si faltase información o esta fuese incorrecta se contacta con el solicitante para corregir los defectos. Finalmente, “si para la actividad es necesario emitir un NOTAM, se lleva a cabo un procedimiento de coordinación con el Estado Mayor del Aire y el Servicio de Información Aeronáutica (AIS) de ENAIRE, que finaliza con la publicación de la notificación aeronáutica”.
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