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Un español detrás del primer vuelo de un dron en espacio aéreo no segregado

El Watchkeeper durante su vuelo en espacio aéreo controlado y no segregado
El Watchkeeper durante su vuelo en espacio aéreo controlado y no segregado
Un ingeniero español participa en la coordinación del primer vuelo de un dron en un espacio aéreo no segregado, en Gales, Reino Unido.

Ramón Raposo, un ingeniero aeroespacial español de Arzúa, A Coruña, ha sido uno de los responsables del primer vuelo de un dron, junto aviones comerciales, en espacio aéreo no segregado. El vuelo es parte de una  iniciativa de NATS, la Agencia británica de servicios de control aéreo junto con Thales y NLR, dentro del programa europeo SESAR.

El Watchkeeper durante su vuelo en espacio aéreo controlado y no segregado
El Watchkeeper durante su vuelo en espacio aéreo controlado y no segregado

Ramón Raposo, ingeniero aeroespacial de Arzúa (A Coruña) ha participado en el desarrollo del proyecto CLAIRE que ha culminado con el primer vuelo de una aeronave no tripulada compartiendo espacio aéreo con aeronaves comerciales, en un espacio aéreo controlago y no segregado. El dron – un modelo empleado por la Fuerza Aérea Británica en operaciones de vigilancia en Afganistán – voló a una altitud de 4.500 metros (FL 150)  durante 3 horas sobre la costa de Gales, Reino Unido, el 30 de septiembre de 2015.

Se trata de un proyecto de 2 años cofinanciado por la iniciativa europea SESAR y gestionado por NATS, Thales y NLR. El vuelo representa un paso más en la integración de aeronaves no tripuladas en espacio aéreo controlado y no segregado. Los expertos lo consideran un hito en el uso de drones para aplicaciones civiles comerciales, como vuelos de carga, salvamento, vigilancia medioambiental o agricultura de precisión.

El vuelo se realizó el pasado 30 de septiembre, y el dron elegido fue un UAV de Thales, el Watchkeeper, quién despego desde el aeropuerto de West Wales. El vuelo del dron fue controlado en todo momento de la misma manera que se realiza el seguimiento por parte del control aéreo de un avión comercial convencional, o en este caso, tripulado. Como indican desde NATS: «La única diferencia es que los pilotos del Whatchkeeper estaban sentados en tierra, en una habitación de control dentro del aeropuerto».

Este vuelo de prueba se enmarca dentro del proyecto CLAIRE, en el que colaboran Thales, NATS, el Laboratorio Aeroespacial de Holanda, NLR, con el apoyo del Ministerio de Defensa del Reino Unido y la Agencia de Aviación Civil de Reino Unido, CAA y pretende la operación de aeronaves no tripuladas en espacios aéreos no segregados,en condiciones de seguridad.

Un segundo vuelo podría producirse esta misma semana.