Cuando Boeing había iniciado ya los vuelos de certificación del B-777-9, un nuevo problema, en los soporte de los motores, obliga a pararlos.
Una revisión rutinaria tras un vuelo ha descubierto un nuevo problema en el Boeing 777-9. Una de las piezas encargadas de soportar los motores General Electric GE9X y mantenerlos unidos al pilón apareció rota, con el consiguiente peligro de que el motor se hubiese desprendido del ala en vuelo.
Tras este descubrimiento, en el avión denominado VH003 (matrícula N779XY), el tercero de los ejemplares que salió de la cadena de producción, el personal de Boeing procedió a revisar los otros aviones que está usando para el programa de certificación y encontró el mismo defecto en otros dos motores.
Esta situación ha llevado a Boeing a suspender los vuelos de los tres aviones hasta que se determine la causa de este fallo y se obtengan nuevos componentes para su instalación en los aviones. De momento, Boeing no ha dado ningún tipo de aproximación temporal a cuándo podrá reanudar los vuelos.
Aunque el anuncio del fallo se hizo ayer día 19, el mismo fue detectado el día 16 al regreso a Seattle tras una serie de vuelos de prueba en Kaliua-Kona (en la costa oeste de la isla de Hawaii).
El avión había volado a este aeropuerto el pasado 7 de agosto tras haber realizado unas pruebas de despegue a gran altitud en el aeropuerto de Toluca (México), el cual se encuentra a 2.580 metros (8.465 pies) sobre el nivel del mar.
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