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El presidente Biden solo quiere “made in USA”

Un A330MRTT australiano reposta a un B-52 de la USAF durante unas maniobras conjuntas.
Un A330MRTT australiano reposta a un B-52 de la USAF durante unas maniobras conjuntas.

Una orden del presidente de EE.UU. podría dejar fuera de competición al A330MRTT en el concurso de la USAF para el nuevo cisterna, y a otros muchos productos que no sean “made in USA”.

El presidente estadounidense Joe Biden firmó  en su primera semana en el cargo la Orden Ejecutiva 14005  para “asegurar que el futuro se haga por completo en toda América por parte de trabajadores de toda  América, lanzando una iniciativa de todo el gobierno para fortalecer el uso de adquisiciones federales para apoyar la fabricación estadounidense.

En abril creó la Oficina hecho en América, que se encargará de apoyar la compra de productos hechos en Estados Unidos, proponiendo excepciones a las leyes para ello y ayudando a las agencias a usar el dinero de los contribuyentes a apoyar a la industria manufacturera estadounidense.

Ahora ha anunciado que propondrá una nueva legislación que obligará a aumentar, de forma inmediata, el contenido mínimo del valor de las piezas de producción estadounidense del 55 al 60 por ciento; y más adelante subir este porcentaje hasta el 75 por ciento (65 por ciento en 2024 y 75 por ciento en 2029) en todos los productos que adquieran las diferentes ramas del Gobierno Federal. Esto incluye a las fuerzas armadas.

Esta propuesta cerraría una laguna problemática en la regulación actual, al tiempo que daría tiempo a las empresas para ajustar sus cadenas de suministro para aumentar el uso de componentes fabricados en Estados Unidos. Si se adopta, este cambio crearía más oportunidades para los pequeños y medianos fabricantes y sus empleados, incluidas las empresas pequeñas y desfavorecidas, de todas las partes del país. Para respaldar este trabajo, la Administración de Pequeñas Empresas ha creado una nueva oficina de fabricación en su división de contratación federal”.

Se hecho, también se señala: “Con 600.000 millones de dólares en gastos anuales de adquisiciones, casi la mitad de los cuales son productos manufacturados, desde palas de helicópteros hasta camiones y muebles de oficina, el Gobierno Federal es un comprador importante en varios mercados de bienes y servicios, incluido el mayor comprador de bienes de consumo  en el mundo. Aprovechar ese poder adquisitivo para dar forma a los mercados y acelerar la innovación es una parte clave de la estrategia industrial de Biden para hacer crecer las industrias del futuro para apoyar a los trabajadores, comunidades y empresas de EE.UU.

Como ha demostrado la pandemia, las adquisiciones federales pueden fortalecer la capacidad de recuperación de las cadenas de suministro nacionales y reducir el riesgo de que los estadounidenses se vean afectados negativamente por las acciones de las naciones competidoras durante una época de crisis”.

De esta forma, podrían quedar excluidos de forma automática la práctica totalidad de aeronaves de Airbus y demás fabricantes mundiales de cualquier proceso de compra por parte del Gobierno.

El A330MRTT que Airbus ofrece junto a Lockheed Martin para el nuevo proceso de compra de aviones cisterna para la USAF, es un ejemplo de esto.

Primero habrá que esperar a la publicación de la ley que regule esto. Y ver si los programas ya lanzados (y hasta qué punto) se verán afectados. Ahora, el A330MRTT, con sus motores, aviónica y otros componentes hechos en EE.UU., cumple ese 55 por ciento. Si se modifican en Mobile o en una factoría de Lockheed Martin, habría que ver como esos trabajos hechos en EE.UU. con trabajadores estadounidenses se valoran, y si con ello se llegaría a ese 60 por ciento, una vez que no son piezas que se monten en la aeronave.

Cadena de montaje del Airbus Helicopters UH-72A en Columbuss (Misisipi) para el Ejército de EE.UU.q
Cadena de montaje del Airbus Helicopters UH-72A en Columbuss (Misisipi) para el Ejército de EE.UU.

Otra opción sería establecer una línea de montaje en EE.UU. Pero entonces los dos socios tendrían que evaluar muy bien el coste extra para un programa que incluye un máximo de 160 aviones. Además hay que tener en cuenta que el primer cisterna de esta competición deberá volar en 2027 y ser entregado en 2029. Si además hay que construir instalaciones (no es solo un hangar donde montar los aviones), contratar y formar al personal… el calendario se ha acortado mucho. Tanto que quizás ambos socios no estén en condiciones de cumplir con los nuevos porcentajes.

Programas como el Airbus Helicopters UH-72A Lakota, o el nuevo Leonardo TH-37A no debían verse afectados ya que son montados en Estados Unidos con componentes fabricados en el país en su gran mayoría en lugar de traerlos desde las cadenas de producción en Europa.

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