La NASA se ve obligada a cerrar diversas oficinas y a reducir su plantilla para cumplir con una orden ejecutiva del presidente Trump, quien desde que tomó posesión del cargo lleva anunciado recortes, como por ejemplo el del programa Artemis de vuelta a la Luna.
Suma y sigue en la estrategia del nuevo gobierno de Estados Unidos, liderados por Trump, de recortes en las distintas dianas que ha señalado desde que llegó al poder. Unos de sus chivos expiatorios es la Agencia Espacial de Estados Unidos, la NASA. En esta ocasión se ha anunciado un programa, conocido como RIF (Reduction in Force) , y ya el pasado10 de marzo, algunos trabajadores recibieron sus cartas de despido. La NASA no ha especificado cuantos empleados serán despedidos, ni a qué orden ejecutiva responden estas decisiones.
Dicha orden instruye al jefe de la Oficina de Gestión y Presupuesto, al fiscal general y al director de la Oficina de Gestión de Personal (OPM) que «coordinen la terminación de todos los programas discriminatorios, incluidos los mandatos, políticas, programas, preferencias y actividades ilegales de DEI y de “diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad” (DEIA) en el Gobierno Federal, bajo cualquier nombre que aparezcan».
El 22 de enero, la administradora en funciones de la NASA, Janet Petro, envió un memorando a toda la agencia en el que anunciaba que se estaban tomando medidas para «cerrar todas las oficinas de la DEIA de la agencia y poner fin a todos los contratos relacionados con la DEIA» de acuerdo con la orden ejecutiva mencionada, así como con una segunda orden relacionada. La nota del 22 de enero también ordena a los empleados que informen de los intentos de ocultar, disfrazar o proteger de otro modo los programas de DEI. No informar de tales intentos en el plazo de 10 días «puede acarrear consecuencias adversas», según la nota.
También podrían llegar pronto más cambios a la NASA. Por ejemplo, Eric Berger de Ars Technica informó recientemente que la administración Trump planea recortar la financiación de los programas científicos de la NASA en el próximo año fiscal, tal vez hasta en un 50%.
Una reducción tan drástica, si se promulga, «sería nada menos que un evento de extinción para la ciencia espacial y la exploración en los Estados Unidos», según The Planetary Society, un grupo de defensa de la exploración sin fines de lucro. No tardaremos en conocer el alcance del plan; se espera que la administración Trump haga pública su solicitud de presupuesto en las próximas semanas.
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