Michael O’Leary ofreció una rueda de prensa, como prometió en una comparecencia anterior, en la que mostró las conclusiones del informe de la autoridad aeronáutica irlandesa, IAA, sobre los tres aterrizajes de emergencia que realizaron otros tantos aviones de Ryanair el pasado 26 de julio en Valencia y donde se concluye que las tres tripulaciones actuaron de acuerdo a los procedimientos establecidos y que aterrizaron con combustible suficiente.
Aunque el máximo ejecutivo de Ryanair insiste una y otra vez que las noticias sobre su compañía no están afectando a la venta de billetes en nuestro país, lo cierto es que la continua presencia del polémico O’Leary en Madrid hace pensar los contrario. Michael O’Leary ha vuelto a Madrid con el informe de la IAA debajo del brazo, en el que se dictamina que los tres aterrizajes de emergencia realizados por tres aviones de la low cost, cuyo destino era Madrid pero que tuvieron que ser desviados a Valencia por las condiciones meteorológicas del aeropuerto de la capital, cumplieron con la normativa aeronáutica europea y se hicieron de acuerdo a los procedimientos establecidos en la misma.
En resumen, la IAA concluye que los tres vuelos aterrizaron con combustible suficiente en Valencia, insistimos, según los mínimos que recoge la normativa aeronáutica. Resepecto al FR24504 Palma-Madrid, el informe concluye que aterrizó en Valencia con 1029 kilos, y que el combustible de reserva final era de 1.104 kg. El FR55998, Stansted-Madrid, lo hizo con 1.160 kg, con la reserva final obligatoria de 1.119 kg y, el último de los tres aviones de Ryanair que declaró emergencia, el FR 5389, Skavska-Madrid aterrizó con 1.228 kg, siendo la reselva final necesario de 1.090 kg.
Las conclusiones del informe señalan que las aeronaves en los tres casos despegaron hacia Madrid con un nivel de combustible por encima del establecido en los requisitos del plan de vuelo, la tripulación decidió el desvío a Valencia con un nivel de combustible superior al mínimo establecido por desvíos en el plan de vuelo. Además, la autoridad aeronáutica irlandesa concluye que el desvío con niveles de combustible cercanos al mínimo exigido para el desvío, en las circunstancias que se dieron ese día, «era probable que causase dificultades a la tripulación». La tripulación –sigue el informe- declaró el estado de emergencia correctamente y de acuerdo con las normas EU-OPS cuando el combustible calculado para usar en el aterrizaje en Valencia estaba por debajo de la reserva final».
El informe señala algo en lo que insistió Michael O’Leary en el encuentro que organizó con la prensa española, que el control aéreo de Valencia estaba bajo un importante nivel de presión debido a la cantidad de desvíos llegando a su espacio aéreo. A la pregunta de un periodista sobre porqué es tan habitual que sus pilotos declaren emergencia por falta de combustible, O’Leary contestó que se hace así tras un acuerdo al que se llegó con la autoridad aeornáutica española. Los controladores españoles, vino a decir, no entendían bien la solicitud de pan-pan, el estadio previo a la declaración de emergencia o may-day.
O’Leary invitó al ministerio de Fomento a visitar la sede de la aerolínea en Dublín, «donde pueden inspeccionar todo lo que quieran», pero pidió a la Agencia Española de Seguridad Aérea que no vuelva a «retener durante tres horas un avión por una inspección en Madrid, con el resultado de un retraso considerable», en referencia a la inspección a la que fue sometido un vuelo con destino a Tenerife, en el que se personó la propia directora del servicio de inspección, algo que causó gran extrañeza al presidente de Ryananir, según comentó en el encuentro con la prensa española.
O’Leary también afirmó que su gabinete jurídico estudia acciones legales contra SEPLA y FACUA por las últimas declaraciones de ambas organizaciones en la que se cuestiona la seguridad de la operación de Ryanair, y aunque arremetió contra la prensa española, por algunso artículos publicados sobre los métodos de la aerolínea, afirmó que no incluirá a los mismos en esta acción al considerar que sólo transmiten las informaciones que les llegan.
Ariel Shocron Croitoru, jefe de la vocalía técnica y de seguridad de vuelo del Sepla, recordó a Fly News que cinco minutos de vuelo a baja-cota, es decir las condiciones en las que los aviones realizan normalmente las esperas, consume 300 kilos de combustible. El jefe de la Vocalía Técnica de Sepla, declaró a Fly News que Sepla no es quién par cuestionar si la operación de Ryanair es o no segura, «ya que para ello existe una autoridad aeronáutica» pero que lo que si ponen en duda son los métodos que utiliza con las tripulaciones y las distintas presiones a las que son sometidas a la hora de cargar combustible.
Y es que la pregunta salió una y otra vez durante la comparecencia de O`Leary ante los medios, a lo que el presidente de la aerolínea irlandesa respondió que la única presión que reciben sus pilotos es el de preservar la máxima seguridad en la operación.O’Leary, además, aliñó la comparecencia con datos sobre Ryananir en España, con una estadística en la que mostraba cómo Ryanair sigue creciendo en nuestro país, un 8 por ciento hasta julio de 2011 y 1.216.000 pasajeros más que en el año anterior, los trece primeros aeropuertos de la red de AENA registraron en el mismo periodo una caída del 3 pro ciento, con un descenso de 3.256.000 pasajeros menos.
O´Leary también se congratuló por el comunicado emitido por los ministerios de Transporte y Fomento de Irlanda y España en el que se confirma que el estándar de seguridad de Ryanair se encuentra en línea con el resto de las aerolíneas más seguras de Europa, aunque no contestó a la pregunta de si cree que se está articulando una campaña en contra de la aerolínea por parte del ministerio de Fomento de España.
Añadir comentario