Virgin Galactic continúa su preparación para llevar a turistas al espacio. El SpaceShipTwo, VSS Unity ha realizado su cuarto vuelo con motores y su primera “salida” al espacio.
El primer vuelo al espacio desde suelo estadounidense desde que las lanzaderas de la NASA dejaron de volar en 2011 lo ha realizado la nave SpaceShipTwo, VSS Unity, de Virgin Galactic el pasado 13 de diciembre con Mark “Forger” Stucky y Frederick “CJ” Sturckow a los mandos, pilotos que recibirán a principios de 2019 sus alas de astronautas en una ceremonia organizada por la FAA en Washington. Frederick “CJ” Sturckow, que voló cuatro veces en las lanzaderas de la NASA es el único piloto con las alas de astronauta de la NASA y FAA.
El vuelo, que partió y terminó en el aeropuerto de Mojave, donde Virgin Galactic tiene su sede, fue el cuarto de esta nave usando su motore, y el primero que abandonó la atmósfera terrestre. También ha sido el primer vuelo comercial de Virgin Galactic, dado que a bordo se transportaron cuatro experimentos de la NASA.
Tras la suelta del avión nodriza, el VMS Eve, el motor del VSS Unity se encendió durante 60 segundos, acelerando a la nave hasta casi tres veces la velocidad del sonido y a una altitud de poco más de 95 km. Esos 60 segundos de empuje es el mayor tiempo que el motor ha funcionado en los cuatro vuelos que se han efectuado hasta ahora, aunque está diseñado para funcionar más tiempo y a mayores alturas de lo que lo ha hecho en esta prueba.
El vuelo tenía como objetivo comprobar las características de control a velocidades supersónicas y avanzar en la dinámica térmica durante el vuelo.
En posteriores vuelos el VSS Unity volará con lastre para simular el peso de los cuatro pasajeros que podrán viajar a bordo.
Testigo del vuelo fue Richard Branson, accionista de Virgin Galactic, que manifestó tras el aterrizaje: “Muchos de ustedes sabrán lo importante que es para mí el sueño del viaje espacial. Desde que miré los alunizajes de la Luna cuando era niño, admiré los cielos con asombro. Comenzamos Virgin hace casi 50 años soñando en grande y amando un desafío. Hoy, cuando me encontraba entre un grupo verdaderamente notable de personas con nuestros ojos en las estrellas, vimos nuestro mayor sueño y el desafío más difícil hasta la fecha cumplido. Fue un sentimiento indescriptible: alegría, alivio, euforia y anticipación por lo que está por venir”.
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