Según el periódico brasileño O Globo, Boeing tendrá una participación del 51 por ciento en el negocio conjunto de aviones comerciales con el fabricante brasileño Embraer.
Finalmente, y según publicó el fin de semana el periódico brasileño O Globo, Boeing ha aceptado la exigencia del gobierno brasileño para no exceder una participación del 51 por ciento en el negocio conjunto con la división de aviones comerciales de la brasileña Embraer.
Boeing solicitó la aprobación del Gobierno brasileño, que mantiene una acción de oro en el grupo aeronáutico carioca, para adquirir una participación mayoritaria en la división de aviones comerciales de Embraer, que un periódico económico cifró entre el 80 y el 90 por ciento. Del negocio conjunto estaría excluida el área de Defensa del fabricante brasileño.
El valor de la operación no ha sido comunicado, y según informa Reuters, Boeing y Embraer se han negado a realizar cualquier comentario de la operación en marcha.
El anuncio de la adquisición se produjo después de que Airbus se hiciera con el programa CSeries de Bombardier, aviones que compiten con la familia de aeronaves regionales de Embraer, EJet2, confirmando el proceso de consolidación que vive la industria aeronáutica, ante el empuje de los nuevos fabricantes de aviones que están surgiendo en grandes economías como la china y la rusa.
Embraer es el tercer fabricante de aviones más grande del mundo y el líder en el mercado de jets regionales de 70 a 130 asientos, segmento en el que compite con Bombardier.
El mercado regional es el que Boeing ha tratado de incursionar años atrás después de haber adquirido McDonnell Douglas y haber terminado la producción del B717 por la fuerte competencia de Embraer y Bombardier.
Hoy, se consolida el acuerdo de participación accionario y en las Américas estos fabricantes se beneficiarán sólidamente de sus ventajas competitivas ya sean financieras, tecnológicas y comerciales.
Creo que tanto Airbus (con Bombardier) como Boeing (con Embraer) aciertan plenamente (especialmente la primera, al haber pagado un precio muy reducido) al meterse de lleno en el mercado de los aviones medianos regionales, ya que existe un enorme potencial para ellos, beneficiados por legislaciones anti-automóvil que trasvasarán cientos de millones de pasajeros del coche particular a los trenes y aviones.
Además, se reparten entre más aparatos muchos gastos de I+D y se diversifica el riesgo ante la avalancha de nuevos fabricantes asiáticos que sin duda harán menguar el porcentaje de mercado que hoy en día lucen Airbus y Boeing.