Para el cierre de este 2020, desde Iberia han elaborado un resumen de los hechos más importantes para la aerolínea en este año para olvidar.
“Iberia despide 2020 como el año en que lo normal se ha vuelto extraordinario y viceversa, y su capacidad de adaptación -como la de otras muchas empresas- se ha puesto a prueba como nunca antes”. Así comienzan desde Iberia el resumen de este 2020 que ahora acaba, y lo hace de una forma muy diferente a cómo empezó.
“Resultados históricos en 2019, nuevos uniformes, la apertura de las rutas con Washington, El Cairo y Lubliana, vuelos diarios a Tokio y Puerto Rico, la incorporación de nuevos aviones A350 y A320neo y la renovación del servicio a bordo, entre otros proyectos”. Ese fue el comienzo de un prometedor 2020. Hasta que un bichito invisible a simple vista trastocó el planeta.
También destacan desde Iberia: “Ante la situación excepcional creada por la pandemia y las restricciones al tráfico de pasajeros adoptadas por la mayoría de los países, desde el principio Iberia puso en marcha distintas medidas en el ámbito laboral, operativo y de protección de la salud para asegurar su sostenibilidad y, además, contribuir en todo lo posible en la lucha contra el COVID”.
Las primeras medidas fueron “de ahorro y contención de costes”: congelación de todas las contrataciones externas y servicios de consultoría; cancelación de gastos discrecionales; aplazamiento de formación corporativa; y la supresión de todos los gastos no esenciales, fueron algunas de esas medidas, sin olvidar los ERTE que afectan a toda la plantilla “relacionada directamente con la operación. Al personal de fuera de convenio, no afectado por el ERTE, ha asumido una reducción salarial”.
La caída del tráfico aéreo llegó a superar el 95 por ciento entre abril y mediados de junio “con lo que ello supuso en el programa de vuelos, en la gestión de las tripulaciones y, lo más crítico, en la atención a clientes con millones de cambios, bonos y reembolsos” señalan desde Iberia.
Pese a esa caída del tráfico, Iberia mantuvo una operación mínima para garantizar, en la medida en que las autoridades lo permitían, vuelos para todos aquellos que se tenían que viajar en esos momentos. Todo ello al margen de vuelos organizados por los Gobiernos para repatriar a ciudadanos que habían quedado varados en otros países, muchas veces sin medios económicos, cuando las autoridades decretaron los cierres de fronteras (más de 50 vuelos a más de 20 destinos internacionales) y vuelos de carga para traer a España los tan necesitados equipos médicos (cerca de 100 vuelos desde China, y algunos a Latinoamérica).
Los primeros vuelos de carga sanitaria se efectuaron usando las bodegas de los aviones y situando parte de la carga sobre los asientos de los pasajeros. Posteriormente tres Airbus A330 se han modificado a cargueros, retirando asientos, y preparando la cabina para el transporte de carga. “Estos aviones han empezado a operar a Los Ángeles, varias ciudades en América Latina, como Santiago de Chile, San Salvador o Caracas, y a Tel Aviv”.
CAMBIOS Y MAS CAMBIOS
Esta crisis además aceleró la retirada de los Airbus A340-600 de 2022 a agosto de 2020. Por el contrario, retrasó los cambios previstos en su dirección, una vez que el consejero delegado de su matriz IAG decidió retrasar su jubilación al considerar que hacer la transición en mitad de la crisis, se había anunciado el relevo para el mes de marzo, no era adecuado. El relevo finalmente se llevó a cabo en el mes de septiembre. En ese momento Luis Gallego, hasta entonces presidente de Iberia ocupó el cargo de Willie Walsh como consejero delegado de IAG. También se anunció entonces el relevo de Antonio Vázquez como presidente de IAG.
Para sustituir a Gallego al frente de Iberia se nombró a Javier Sánchez-Prieto, hasta entonces presidente de Vueling. Sánchez-Prieto pronto hizo algunos cambios en la organización de Iberia para “hacer frente a los retos del COVID-19 y avanzar hacia la recuperación paulatina de la demanda y la actividad”.
Tras la caída inicial, el tráfico se fue recuperando, muy lentamente, según se reabrían fronteras. Así, en verano Iberia “operó en verano apenas una cuarta parte de la capacidad prevista antes del COVID-19, y en diciembre ha incrementado su oferta hasta un 40 por ciento respecto a 2019”.
VOLUNTARIADO SOCIAL
“Durante los meses de pandemia, la compañía ha coordinado con sus empleados -en particular con los que están afectados por el ERTE- la posibilidad de colaborar como voluntarios con organizaciones que han estado en la primera línea de la lucha contra el coronavirus. — explican también desde Iberia-. La aerolínea diseñó un programa para que sus empleados pudieran unir sus esfuerzos como voluntarios con organizaciones como Cruz Roja Española, la Federación Española de Banco de Alimentos y las ONG nacidas de la iniciativa de los empleados de la propia aerolínea: Envera, dedicada a las personas con discapacidad y Mano a Mano, que gestiona donaciones a otras organizaciones sociales. Precisamente, en colaboración con su ONG Mano a Mano, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Iberia ha realizado durante la pandemia varias donaciones a hospitales de Madrid de elementos de su servicio a bordo como edredones, mantas, almohadas o neceseres. Y cedió al Hospital de la Feria de Barcelona, tractores para la logística interna, además de donar mantas y neceseres”.
SEGURIDAD PARA TODOS
Otro aspecto importante de estos meses ha sido el garantizar la seguridad ante el COVID-19 de empleados y pasajeros. Para ello “desde el inicio de la epidemia, Iberia puso en marcha en todos sus aviones y centros de trabajo las medidas que en cada momento han ido recomendando las autoridades nacionales e internacionales, incluso yendo más allá, para proteger la salud y garantizar la seguridad de sus clientes, empleados y proveedores”. Según el Safe Travel Barometer, destacan desde Iberia, la aerolínea está “entre la 10 aerolíneas del mundo más seguras frente el COVID”. El Safe Travel Barometer ha sido creado por la asesoría y consultoría de la industria de viajes VIDEC que se define en su página web como “una solución B2B de Safe Travel Technologies. Es la base de datos más completa del mundo de protocolos de salud y seguridad de COVID-19, e iniciativas de experiencia de viajero anunciadas por proveedores que influyen en las decisiones de los viajeros en la nueva normalidad. La cobertura incluye más de 1.900 empresas en 10 categorías de la industria, 50 parámetros e información de llegada de viajeros en más de 80 destinos”.
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