Dassault acaba de presentar una de las configuraciones que está estudiando para una nueva generación de aviones ejecutivos más ecológicos dentro del programa CleanSky.
La iniciativa CleanSky de la Unión Europea reúne a las principales empresas aeronáuticas en busca de una aviación más ecológica, tanto en tierra como en vuelo.
Dentro de esta, Dassault participa de forma destacada en el programa Smart Fixed Wing Aircraft, que estudia la aplicación de alas con flujo laminar extendido y control de cargas, así como sistemas para enmascarar el ruido de los motores que se dirige a tierra.
Dassault también participa y es responsable, junto al Instituto de Investigación Fraunhofer en el programa Eco Diseño destinado a encontrar maneras de construir, mantener, y desguazar aviones de formas más ecológicas.
Dassault destaca que lleva años trabajando en aviones menos contaminantes, invirtiendo una gran parte de su presupuesto de I+D en ello. También destacan que, en igualdad de condiciones de vuelo, sus aviones Falcon consumen de un 30 a un 40 por ciento menos que sus competidores, y que trabajan en los programas europeos de combustibles alternativos Alpha-BIRD y de células de combustible Celina.
También participa en el programa nacional francés CORAC para el diseño de células más ligeras, reducir los niveles de ruido, y diseñar nuevos sistemas de navegación. Dassault está centrada principalmente en cinco campos: un demostrador con ala en materiales compuestos; sistemas modulares de aviónica; el cockpit del mañana; un avión cada vez más eléctrico; y eliminar fuentes de ruido de la célula.
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