Airbus quiere dar un paso más en el desarrollo del futuro lanzador Ariane 6 y convertirlo en el primero en Europa capaz de llevar a astronautas al espacio.
ArianeGroup quiere que el futuro Ariane 6 sea un lanzador polivalente capaz de poner en órbita baja, media o geoestacionaria desde constelaciones de micro satélites a grandes y pesadas plataformas de más de 5 toneladas, pero que también que disponga de capacidad para vuelos tripulados.
Así lo ha asegurado Alain Charmeau, el máximo directivo de ArianeGroup, que ha confirmado que el programa Ariane 6 “avanza de acuerdo con los planes previstos”, que el vuelo inaugural tendrá lugar el 16 de julio de 2020 ‒dos días después de la fiesta nacional de Francia‒ y que la producción del primer lote de cohetes “comenzará antes de que concluya 2018”.
La rama espacial de Airbus y su actual responsable aspiran a que el vector europeo de nueva generación sea el primer lanzador polivalente de la historia de los vuelos espaciales, con capacidad para sustituir “a todos los lanzadores que en la actualidad están en servicio”, misión que a todas luces se plantea como muy difícil.
Para conseguirlo, Airbus ha apostado por aplicar todos sus esfuerzos en tres campos que le permitan reducir lo máximo posible sus costes de producción y explotación: aligerar la estructura mediante la utilización extensiva de fibra de carbono, integrar en la etapa superior el nuevo motor reencendible de bajo costo Prometheus de oxigeno liquido-metano y utilizar por vez primera en Europa una primera etapa reutilizable.
En recientes declaraciones a la prensa francesa, Charmeau ha explicado que, a diferencia del Ariane 5 ‒que solo ha podido ser optimizado en los últimos diez años‒, uno de los aspectos más relevantes de la arquitectura del Ariane 6 es que “ha sido diseñado para poder integrar aquellas nuevas tecnologías que alcancen un alto grado de madurez”.
“Aunque ya estamos planeando la hoja de ruta de su evolución en el quinquenio 2025-2030 ‒subraya Charmeau‒, el Ariane 6 estará capacitado para evolucionar con el paso del tiempo y ajustarse a las nuevas demandas del mercado”.
Una de esas posible demandas es que pueda transportar astronautas, Hasta el presente, solo la versión de 12 toneladas de capacidad de carga útil del Ariane 5 ‒Ariane 5 ECB‒ fue aprobada en 1987 por la Agencia Espacial Europea (ESA) para transportar un pequeño transbordador espacial tripulado bautizado Hermes. Sin embargo, los altos costes de desarrollo del Hermes obligaron a su cancelación en 1992 y, años más tarde, también sufrió el mismo destino el Ariane 5 ECB.
Con el cohete ruso Soyuz-FG en parada temporal y los nuevos proyectos tripulados estadounidenses en pleno desarrollo, las perspectivas de que la ESA se planteé llevar astronautas a la Luna, navegar por la órbita cislunar e incluso preparar en cooperación un viaje tripulado a Marte no son desdeñables.
Esos son los motivos que aconsejan a la industria espacial europea estudiar en profundidad el desarrollo a largo plazo de un lanzador con capacidad para vuelos tripulados, ya sea en formato capsula o bien en un mini transbordador espacial. Es evidente es alto coste que ello representaría para la ESA, dado que el Ariane 6 no ha sido diseñado para transportar astronautas, “pero sabrá adaptarse a la posible demanda”, asegura Charmeau.
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