El astronauta español Pedro Duque asume la cartera de Ciencia, Innovación y Universidades con el reto de crear una organización espacial nacional, una de las grandes aspiraciones sectoriales.
El astronauta español Pedro Duque es el nuevo titular de la cartera ministerial de Ciencia, Innovación y Universidades en el primer gobierno del nuevo presidente Pedro Sánchez y ya tiene sobre la mesa 2 importantes asuntos en materia espacial sobre los que decidir antes que finalice el mes de octubre.
¿Por qué antes de finales de octubre? Pues porque los días 25 y 26 de ese mes está prevista la celebración en Madrid de una importante reunión de ministros de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Con Pedro Duque en representación de España, los ministros tienen que dar luz verde a la nueva estrategia espacial europea en materia de lanzadores, observación de la Tierra, exploración del espacio, navegación y vigilancia espacial y no parece razonable que Duque se reúna con sus colegas con 2 cruciales temas de ámbito nacional no resueltos y que llevan varios años ‒e incluso décadas‒ atascados.
El hueso más difícil de roer al que Duque va a tener que enfrentarse es dar vida a una organización que centralice los asuntos espaciales que llevan décadas dispersos entre cuatro grandes esferas de responsabilidad que se concretan, al menos, en otros tantos ministerios y que son Medioambiente, Industria, Fomento y Defensa.
A la espera de conocer en detalle las áreas de responsabilidad de cada nuevo ministerio reconfigurado por el presidente Pedro Sánchez, lo cierto es que durante los pasados 6 años no ha habido forma de racionalizar el sector estratégico espacial bajo una sola organización y autoridad, algo que el sector confía en que podrá hacer Pedro Duque.
LOS OTROS MINISTERIOS INVOLUCRADOS EN LA ACTIVIDAD AEROESPACIAL
La nueva titular de Defensa, Margarita Robles, la portavoz en el Congreso del PSOE hasta ahora, tiene bajo su responsabilidad todos aquellos programas relacionados con la defensa y la seguridad. Es el único departamento que, hoy por hoy, dispone de una especie de estrategia espacial, que ha sido reflejada en el Plan Director de Sistemas Espaciales, documento publicado en octubre de 2015.
Además, claro está, de los grandes programas de la defensa en España, habrá que ver cuál es la nueva orientación del ministerio respecto a cuestiones ya avanzadas como las inversiones previstas, y consideradas prioritarias para nuestras Fuerzas Armadas, como la renovación de los entrenadores CASA C-101, o la incorporación de los NH-90 navalizados, además de la compra de los tres A330 MRTT.
El ministerio de Fomento, y su nuevo titular, José Luis Ábalos, es competente en el proyecto Galileo ‒el GPS europeo‒, cuyo despliegue espacial está teniendo lugar y que se espera que pueda entrar en servicio a finales del presente año. De Fomento depende también toda la normativa, regulación del transporte aéreo, la formación, y, por supuesto, los aeropuertos y ENAIRE. Con total seguridad uno de los primeros relevos que conoceremos será el del presidente de AENA,
De hecho, el presidente de AENA desde octubre de 2017,Jaime García Legaz , suspendió una reunión que tenía con el anterior ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, para presentarle el nuevo plan estratégico aprobado hace dos semana. Más aún, García Legaz ha anulado también la presentación de dicha hoja de ruta a la comunidad financiera, a la que había convocado ayer miércoles 6 de junio en Madrid.
Es muy previsible que el nuevo ministerio que pasa a dirigir Teresa Ribera y que se denomina de Transición Ecológica ‒lo que antes era Medioambiente‒ pueda tener algo que decir en observación de la Tierra con fines medioambientales, principalmente los satélites Sentinel de la constelación Copernicus de la Unión Europea. En el caso de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) hasta la fecha es la que utiliza los satélites meteorológicos Meteosat y MetOp.
Y el nuevo ministerio de Industria, Comercio y Turismo parece razonable que mantendrá una Secretaria General de Industria, que hasta la fecha ha sido responsable de los sectores estratégicos, uno de los cuales es el espacial. No obstante, es muy probable que el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) ‒empresa pública empresarial creada en 1977 donde se llevan las relaciones de España con la ESA‒, pase a estar bajo la responsabilidad de Pedro Duque.
El ministerio que ahora encabeza Reyes Maroto, tiene también sobre la mesa la presentación de una agenda estratégica para el sector aeroespacial, que el anterior titular de Economía e Industria, Román Escolano, tenía previsto presentar en junio.
Si Duque se topa con una fuerte resistencia para dar vida a una organización nacional del espacio, el nuevo ministro tiene una solución provisional. Con el apoyo de Moncloa, sería tan sencillo como establecer una especie de Oficina Técnica de Coordinación de Asuntos Espaciales, que sobre la base de los técnicos del CDTI, sería en germen de una futura Agencia Nacional Española del Espacio.
El asunto más sencillo al que Pedro Duque puede dar una pronta solución es la presentación ante la opinión pública de la Agenda Sectorial del Sector Espacial, un documento que lleva cerca de 2 años guardado en un cajón a la espera de encontrar la oportunidad idónea para su presentación.
La citada agenda debería dar paso a la definición de un Plan Estratégico Nacional a medio y largo plazo para el sector espacial, algo que desde hace años llevan reclamando todas las instituciones oficiales vinculados con el sector, así como el tejido industrial.
La designación de un astronauta para dirigir la investigación y la innovación no es una novedad. En junio de 2002, el primer ministro francés de centro-derecha Jean-Pierre Raffarin nombró ministra de Investigación y Nuevas Tecnologías a la astronauta francesa Claudie Haigneré, cargo que ejerció hasta la reorganización del gobierno de marzo de 2004.
Ingeniero aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid, Duque ingresó en mayo de 1992 en el Cuerpo de Astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA) y ha viajado en 2 ocasiones al espacio: una con el transbordador espacial norteamericano Discovery (en octubre/noviembre de 1998) y otra a la Estación Espacial Internacional en octubre de 2003.
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