Durante 18 meses Airbus y SAS trabajarán juntas para encontrar soluciones a los requisitos de infraestructura que necesitarán los futuros aviones híbridos y eléctricos.
El uso de vehículos híbridos y eléctricos supone un gran reto para las infraestructuras, como podemos ver cada vez que se habla de estos tipos de coches, y la falta de estaciones de recarga, o los largos tiempos que son necesarios para ello.
Así, ante el reto de la industria aérea de reducir a la mitad las emisiones contaminantes para el año 2050, además de todo lo que ya se han sido reducidas, Airbus ha firmado con Scandiavian Airline System (SAS), un acuerdo por el que ambos trabajarán juntos para estudiar las oportunidades operativas y de infraestructuras y los retos que se presentan con la puesta en servicio masiva de aeronaves híbridas y eléctricas en un ambiente operativo.
El acuerdo comprende cinco proyectos que incluyen el análisis del impacto en las infraestructuras terrestres, carga de baterías, y cambios en autonomía, recursos, tiempos y disponibilidad en los aeropuertos.
Además de haber firmado este acuerdo, ambas partes quieren involucrar también a un suministrador de energías renovables para asegurarse de que se evalúa un auténtico escenario de cero emisiones de CO2 en las operaciones.
Tanto Airbus como SAS pertenecen a ATAG (Grupo de Acción del Transporte Aéreo por sus siglas en inglés), una asociación que se ha comprometido a lograr un crecimiento neutro de carbonos a partir del año 2020.
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